LLEGARON LOS GOLES DE CAVENAGHI Y DE LUCHO GONZALEZ
River ganó jugando bien y cerró una semana feliz
En un partido muy entretenido, con inicio equilibrado y que se resolvió en la segunda parte, el equipo del ingeniero redondeó la mejor actuación colectiva en bastante tiempo. Colón fue de mayor a menor y tras el gol de Cavenaghi –que volvió a convertir– no mostró capacidad de reacción. En el local fue expulsado el irascible Toresani.
Aviso para desprevenidos hinchas de River: aunque ya se jugaron tres fechas del Clausura, todavía falta mucho para terminar el torneo.
La aclaración es necesaria, dada la psicosis creada en torno al rendimiento de los grandes y la presunta posibilidad de que una nueva derrota los alejara definitivamente de la pelea por el título. Por eso vale, para achicar el pánico, difundir la especie: con la victoria de ayer en Santa Fe, River ya tiene cuatro puntos, y aunque son cinco menos que los nueve que ya sumaron Vélez y Racing, todavía quedan por jugarse un poco menos de 50 unidades, exactamente 48. Que se tranquilicen los hinchas, porque el dato ya llegó al plantel, que respira entre aliviado y entusiasta. Todavía se puede pelear en los dos frentes, calculan...
En todo caso, la victoria de River ante Colón se justificó simplemente en la diferencia de criterio de uno y otro equipo a la hora de encarar el compromiso. Colón se propuso jugar un partido de fútbol; River, en cambio, salió a jugarse el partido. Y aunque esa diferencia fue borrándose con el correr de los minutos, el plus de responsabilidad con que los visitantes se emplearon bien puede sintonizar la explicación. Porque después de la apertura del marcador, Colón no se arrimó a la posibilidad de un empate, y el equipo de Núñez recuperó los hilos del encuentro que se le habían enredado en la última media hora del primer tiempo.
No es que River haya jugado un gran partido, pero no sufrió los problemas de los encuentros anteriores, empezando por la defensa, que lució más sólida que contra Vélez, por ejemplo, sin pasar apurones. En el medio, D’Alessandro se conectó con mayor énfasis con el ataque y aunque River transpiró una hora para poder embocarla –porque lo mejor en el primer tiempo había pasado por dos bombazos de Astrada que había conjurado Tombolini con esfuerzo–, la apertura nació en una fantasía del Pibe en el círculo central. Se concretó gracias a la inteligencia de Fuertes, que concentró la atención para dejársela suelta a Cavenaghi, quien con esfuerzo alcanzó a tocar junto a un palo: fue el primer gol del goleador del Sudamericano Sub-20 desde que acabó ese torneo.
Con la ventaja concreta y los caminos hacia Buljubasich más o menos cerrados, River empezó a invertir la confianza que habían recuperado algunos jugadores, por ejemplo el mismo Cavenaghi, que participó de la creación del segundo gol –un rebote, una cesión a Lucho González, y el fuerte remate del volante– y que casi emboca el tercero.
Querían ganarlo para alejar fantasmas, superar conflictos y agrandarse. Lo ganaron, y no hay objeciones. La presión sobre Pellegrini será menor esta semana, en que, sin compromiso de Copa por jugar, no hay posibilidad de traspié que enturbie el momento. Que se tranquilicen los hinchas: pese a ir por las tres fechas, el torneo todavía no está definido...