RACING Y CENTRAL EMPATARON 2-2 Y LOS PASO BOCA
El empate fue un castigo para ambos
Era un duelo con la punta como premio máximo, y los dos se jugaron a fondo. Salió un partido atractivo, que cualquiera pudo ganar; la igualdad no le sirvió a ninguno. El equipo local estuvo siempre en ventaja, pero los rosarinos pudieron haberse llevado el triunfo si Campagnuolo no le contenía un penal a Ferrari.
Por Ariel Greco
Era un duelo por la punta y no defraudaron. Los dos buscaron el triunfo casi desde el arranque y tuvieron chances de ganarlo hasta el final, pero el empate los terminó penalizando. Es que tras el entretenido 2-2 que protagonizaron, Racing y Central resignaron el liderazgo del Clausura a manos de Boca. Por eso, los más de 35 mil fanáticos locales se quedaron desilusionados con la oportunidad perdida. En cambio, los casi 10 mil rosarinos que llegaron a Avellaneda se fueron cantando y viviendo el clásico de la semana que viene ante Newell’s.
De arranque quedó claro que no sería una tarde sencilla para Racing. A sus volantes les costaba encontrar y manejar la pelota, en parte por la presión de los rosarinos y otro poco por las imprecisiones propias. No aparecía Mariano González, el chileno Milovan Mirosevic entraba poco en juego y el pibe Juan Manuel Torres nunca supo aprovechar el terreno con el que contaba por la tendencia natural de Talamonti de cerrarse hacia el medio. También con poco protagonismo Milito, la única presencia ofensiva realmente incisiva de Racing era Rueda, que se tiraba a los costados y complicaba con su velocidad.
Del otro lado, Central buscó imponer su juego. Con Gustavo Barros Schelotto manejando los tiempos y con un inspiradísimo César Delgado para perforar a la defensa local, los rosarinos nunca se sintieron menos que su rival. Sin embargo, el que primero acertó fue Racing. Rueda burló el achique de la defensa rosarina y quedó cara a cara con Gaona. Sin egoísmos, el delantero tocó al medio para la entrada libre de Mirosevic, que no tuvo inconvenientes para marcar con el arco vacío. Más allá de la ventaja, Racing no encontró la tranquilidad para manejar el desarrollo porque Central no sintió el impacto recibido.
Cerca del final del primer tiempo, Central contó con una chance inmejorable para igualar. En una pelota sin demasiado riesgo, Figueroa fingió un contacto con Vitali y se tiró en el área. El árbitro Fabián Madorrán cobró penal, aunque Paulo Ferrari lo anunció demasiado y permitió que Campagnuolo se luciera deteniendo el remate.
El comienzo de la segunda etapa fue a todo ritmo. No se había jugado un minuto cuando Delgado recibió solo un tiro libre de Barros Schelotto y de cabeza marcó el empate. Claro que en la acción siguiente, Racing se encontró otra vez arriba. Mariano González encaró de la izquierda al centro, se llevó la pelota con un rebote afortunado y metió un derechazo bajo, imposible para la estirada de Gaona. Pese al golpe psicológico, Central no se desanimó. Sin desesperarse, con el plan de juego preestablecido, los rosarinos insistieron con el toque de Barros Schelotto y la habilidad de Delgado. Y el premio lo tuvieron con una excelente jugada del pibe, que metió un enganche bárbaro en el área y sacó un remate alto que dejó sin chances a Campagnuolo. De ahí hasta el final, Racing estuvo más cerca, en especial por lo que produjo Rueda, que pudo marcar el tercero con un cabezazo que rebotó en el travesaño y con un globito que tapó Gaona. Pero Central, que sintió el desgaste, también pudo ganarlo con una mandada de Ferrari, que salvó Campagnuolo.