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España y Messi abanderaron en 2012 la tendencia de los últimos años hacia un fútbol más de inspiración, de posesión de la pelota y de ataque que se impuso al estilo defensivo, en el que primaba la potencia y el físico de las últimas décadas.

Messi y los cerebros de la selección española, Xavi Hernández y Andrés Iniesta, compañeros suyos en el Barcelona (ninguno de ellos pasa 1,70 m de altura), fueron de nuevo las referencias a nivel individual.

La selección española, conducida por Xavi e Iniesta, logró en la Eurocopa 2012 su tercer título consecutivo en grandes citas internacionales, al vencer 4-0 a Italia en la final de Kiev, el 1º de julio.

España se convertía de esta forma en el primer equipo de la historia que lograba el triplete consecutivo Eurocopa-Mundial-Eurocopa, tras haber ganado el título continental hace cuatro años en Austria y el cetro planetario hace dos en Sudáfrica.

“Siempre he dicho que el fútbol moderno estaba basado en una formación de 9+1. Pero España me sorprendió en la Eurocopa con su formación de 4+6”, señaló el técnico italiano Fabio Capello, ex seleccionador de Inglaterra y ahora técnico de Rusia, admirado por el juego desplegado por el equipo español en Polonia y Ucrania.

Pese a que el Barcelona no se llevó ningún título importante, salvo la Copa del Rey, en la que batió en la final al Athletic Bilbao por 3-0, sus jugadores fueron los más aplaudidos a nivel individual. El triunfo del Real Madrid de Cristiano Ronaldo en la Liga local no fue suficiente para quitar protagonismo a los jugadores del Barça y de la selección española. Ni siquiera la victoria del Chelsea en la Champions League hizo sombra a estos tres jugadores, Messi, Xavi e Iniesta.

El equipo londinense, con una filosofía defensiva, en las antípodas de la predicada por la selección española o el Barcelona, se hizo con el título continental, el más prestigioso de clubes a nivel mundial, pero eso no fue suficiente para brillar. Ningún jugador del Chelsea estuvo entre los tres primeros en los premios individuales otorgados por la UEFA y por la FIFA este año.

Messi, aunque no formara parte de la selección española, se convirtió de nuevo en la referencia a nivel individual. “Cuando Messi haya marcado 1283 goles y ganado tres mundiales hablaremos”, le recuerda Pelé. “Me parece que su único defecto es la Selección Argentina”, señala el ex goleador francés Just Fontaine. “En su club todos juegan para él. No estoy seguro de que pase lo mismo en su Selección”, apunta el galo, que posee el record de goles en un mundial (13 tantos en Suecia 1958).

Messi y la Selección Argentina, además de Brasil, se presentan como las alternativas al dominio de la selección española en 2013 y 2014. Alejandro Sabella continúa su armado del equipo argentino alrededor de Messi, mientras que Brasil busca su identidad sin encontrarla todavía. En noviembre destituyó a su seleccionador, Mano Menezes, nombrando en su lugar a Luiz Felipe Scolari, quien guió a la auriverde al título mundial en 2002. Felipao tiene apenas año y medio, el plazo que le queda hasta el Mundial que se disputará en Brasil, para sentar las bases de un equipo armado y potente que no reviva la pesadilla del Maracanazo de 1950, cuando Uruguay lo derrotó y le dejó sin título.

España y Messi tienen un duro rival en una selección brasileña, muy motivada para cambiar el orden establecido y volver a gobernar en el fútbol mundial.