Londres 2012 pasó a la historia del olimpismo como una edición que se saldó con un rotundo éxito, unos juegos “felices y gloriosos” para el Comité Olímpico Internacional (COI) y con el atleta Usain Bolt y el nadador Michael Phelps como grandes estrellas, como en Beijing 2008. Había expectativa por saber qué iba a ser capaz de brindar al mundo la capital británica, en un contexto de crisis económica en Europa y después del espectacular despliegue de China hace cuatro años, pero el resultado fue más que satisfactorio.

“Nunca olvidaremos las sonrisas, la amabilidad y el apoyo de los maravillosos voluntarios, los héroes más necesarios de estos Juegos, ni los ánimos de los espectadores, que llevaron el espíritu festivo a cada sede. Han demostrado lo mejor de la hospitalidad británica”, comentó sobre el acontecimiento Jacques Rogge, presidente del COI.

En el plano estrictamente deportivo, Estados Unidos recuperó el dominio en el medallero, después de haberlo perdido ante China en 2008, y sumó 104 medallas (46 de oro), por 87 preseas de la potencia asiática, 38 de las cuales fueron doradas.

Pero si un hombre robó gran parte de las portadas y se convirtió en un icono de Londres 2012 fue el jamaiquino Usain Bolt, con sus tres oros en las pruebas de velocidad (100, 200 y relevos 4x100 metros), revalidando sus coronas de Beijing.

Empezó llevándose el oro en los 100 metros (9s63, a cinco centésimas de su plusmarca de 9s58), siguió con el de 200 metros (19s32) y terminó su paseo triunfal con el cuarteto jamaiquino del 4x100, con un record mundial (36s34).

“Soy una leyenda viva”, comentó el Relámpago, que ganó su apuesta, después de que en los meses anteriores su compatriota Yohan Blake, que le había ganado en las selecciones jamaiquinas, hubiera puesto emoción. Blake tuvo que conformarse con las dos platas individuales, además del oro de relevos.

En el deporte rey de los Juegos, el atletismo, las otras estrellas en Londres fueron el keniano David Rudisha, que se paseó con record mundial en los míticos 800 metros (1m40s91), mientras que el británico de origen somalí Mo Farah fue el sexto de la historia en lograr el doblete 5000/10.000 metros.

En la natación, Phelps volvió a citarse con la historia olímpica, en la edición en la que se retiraba de la competencia profesional. Si en Beijing 2008 consiguió un record de ocho oros olímpicos en una misma edición, esta vez batió la marca de número de medallas, que hasta ahora tenía la gimnasta soviética Larisa Latynina (18). El Tiburón dejó el record en 22, tras colgarse en Londres cuatro oros y dos platas, en las siete pruebas en las que compitió.

Además del nadador más grande de todos los tiempos, Estados Unidos pudo disfrutar con una nueva estrella en las piscinas, Missy Franklin, que con 17 años ganó cuatro oros y un bronce. Otra estrella precoz fue la china Ye Shiwen, que con 16 años fue oro en los 200 y 400 estilos, en ese último caso con record.

En los deportes de equipo, México triunfó en el fútbol ganando la final a Brasil y el “Dream Team” estadounidense se llevó la de básquetbol ante España.

Los Juegos Olímpicos londinenses también brindaron otros momentos para la historia. El atleta sudafricano Oscar Pistorius, que ya había competido en el Mundial de Daegu-2011, se convirtió en el primer doble amputado en correr en los Juegos Olímpicos, con sus piernas de fibra de carbono, aunque no pudo llegar a la final de los 400 metros. Los tres únicos países que hasta ahora no habían mandado representación femenina a los Juegos Olímpicos, Qatar, Brunei y Arabia Saudita, sí estuvieron presentes con mujeres en Londres. Para el boxeo femenino también fue histórico, al estrenarse en la historia olímpica. La primera medalla de oro fue para la británica Nicola Adams.

El domingo 12 de agosto, Londres bajó el telón de su edición olímpica y cedió el testigo a la sede de 2016, Río de Janeiro, que tendrá muy alto el listón.