MUCHAS AUSENCIAS Y ALGUNOS TEMORES EN EL AELTC
Amenazas de lesiones y atentados preocupan como nunca a Wimbledon
El momento más glamoroso y tradicional del tenis mundial llega con el torneo del All England Tennis and Croquet Club, sobre el que esta temporada pesan las sombras de los problemas físicos y el temor.
Por Bill Scott
Desde Wimbledon
Como cada año, en el comienzo del verano europeo, el momento más glamoroso y tradicional del tenis mundial llega con Wimbledon, un torneo al que muchos critican, pero que como ningún otro todos sueñan con ganar para alcanzar la gloria. El australiano Lleyton Hewitt, número uno del mundo de los últimos dos años, defiende el título masculino en el torneo que se disputa en el All England Lawn Tennis and Croquet Club (Aeltc), y que reparte 15,7 millones de dólares en premios y puntos para las clasificaciones mundiales de la ATP y la WTA. La estadounidense Serena Williams es la defensora del título entre las mujeres.
Hewitt, relegado esta semana por el estadounidense Andre Agassi al segundo puesto por segunda vez en el año, debutará ante el croata Ivo Karlovic, un jugador de 24 años proveniente de la clasificación con nada que perder y ubicado 203º en el ranking.
Parece un partido para tomarse con tranquilidad para Hewitt, pero no es paz lo que sobra en los últimos tiempos en su campamento. El australiano es entrenado por su preparador físico, el también australiano Roger Rasheed, tras una aún no explicada separación de su entrenador, el ex tenista “aussie” Jason Stoltenberg. Hewitt siente “mucha presión”, opinó Stoltenberg, que consideró “desafortunado” el momento de la separación, precisamente antes de iniciar la defensa de su título en Wimbledon, donde pronosticar un ganador entre los hombres es casi como jugar a la ruleta.
“No recuerdo cuándo fue la última vez que el torneo se mostró tan abierto”, admitió el alemán Boris Becker, tricampeón en el All England. Los favoritos de Becker son Hewitt, Agassi, el suizo Roger Federer y el estadounidense Andy Roddick.
Entre las mujeres, Serena parece convencida de llevarse su segundo título consecutivo. “Espero que no me pase de vuelta algo así”, dijo la número uno del mundo, recordando su derrota en las semifinales de Roland Garros ante la belga Kim Clijsters, una caída que marcó el final de su racha de cuatro títulos consecutivos de Grand Slam.
Antes de haber comenzado, el torneo enfrenta ya dos amenazas. Por un lado, la sangría de jugadores por lesiones. Por el otro, que no sea posible descartar un atentado. Las medidas de seguridad fueron reforzadas para esta edición, y la falsa amenaza de bomba en la final de Eastbourne, el sábado, hizo ver que no se trata de precauciones exageradas.
Venus sufrió una distensión abdominal en Roland Garros. Tanto ella como Serena llegan a Wimbledon sin haber disputado un solo torneo sobre césped. Entrenaron sobre césped en Florida y llegaron durante el fin de semana a Londres. Los organizadores esperan que Venus, dos veces campeona del torneo, no se sume a la lista de lesionadas, que incluye también a la francesa Amelie Mauresmo, golpeada en una costilla. También podría ausentarse del All England la estadounidense Monica Seles, ex número uno del mundo, nueve veces campeona de Grand Slam y contemplando su retiro a los 29 años al no encontrar solución a sus crónicas molestias en los pies.
Entre los hombres el torneo se disputará sin la presencia del estadounidense Pete Sampras, siete veces campeón, y que jugó desde 1989 por 14 años consecutivos. Sampras no juega desde el 8 de septiembre de 2002, cuando conquistó el Abierto de Estados Unidos. Su retiro no es oficial, pero su ausencia de Wimbledon permite intuir que está cerca.