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El Campeonato Sudamericano en Lima con doce medallas, los Panamericanos de Toronto con otras tres preseas –una de plata y dos de bronce–, el Campeonato Mundial de Atletismo en Beijing con tres atletas clasificándose a las finales y el debut de diversos deportistas en la Liga de Diamante captaron la atención de los amantes de este deporte, considerado el más antiguo. Tanto en saltos, lanzamientos, marcha y pruebas combinadas, los argentinos dejaron sus marcas con medallas, records y clasificaciones a los Juegos Olímpicos de Río 2016. Lo que evidencia, en muchos casos, que el apoyo del Estado mediante las becas del Enard ha dado resultado.

A través de la Ley 26.573 se creó el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo, que empezó a funcionar en 2010. Este organismo, cuyos socios fundadores y coadministradores son el Comité Olímpico Argentino (COA) y la Secretaría de Deporte, comenzó a brindar soporte para la capacitación de atletas de alto rendimiento en busca de promover actividades ligadas al Deporte Nacional, que permitieran alcanzar la elite regional y olímpica. Germán Chiaraviglio (foto) es un gran ejemplo de lo que un atleta puede alcanzar gracias a su capacidad, el entrenamiento, la confianza y el respaldo de una beca como ésta, que aporta un monto mensual de hasta 21.875 pesos para quien hubiera logrado una medalla olímpica en 2012. También apoya la labor panamericana y las ayudas se hacen extensivas al deporte paralímpico, parapanamericano y a jóvenes talentos. Fueron un total de 63 al atletismo.

El garrochista santafesino, de 28 años, se quedó con la medalla de plata en los Panamericanos de Toronto, Canadá, con una marca de 5,75 metros, en el mejor salto de su carrera. Además trepó a un histórico noveno puesto en el Mundial y se clasificó a los Juegos Olímpicos, gracias a la marca de 5,70 que le valió el primer puesto en el Sudamericano.

Al igual que Chiaraviglio, Germán Lauro se colgó la medalla dorada en el Sudamericano y logró acceder a la final del certamen realizado en Beijing con un lanzamiento de 20,64 metros (terminó 9). A su vez, en los Juegos Panamericanos obtuvo la presea de bronce con una marca de 20,24.

La otra medalla de atletismo en los Juegos, también de bronce, fue para Mariano Mastromarino, con un tiempo de 2h17m45s en la maratón. Así logró que el país volviera a figurar al podio en esta disciplina luego de la proeza de Delfo Cabrera en 1951. Otra mención le corresponde a Braian Toledo, de 21, quien en su debut mundialista de Mayores lanzó 83,32 metros y accedió a la final. También estará en Brasil el año que viene al superar su propio record en lanzamiento de jabalina con un envío de 82,90 metros. Más allá de poner el foco en ciertos atletas de excelencia, todavía se espera más de los atletas argentinos. Para eso será vital, evidentemente, el respaldo de una política pública que logre proyectarse en el mediano y largo plazo, capaz de acortar el camino hacia las potencias mundiales.