DEBUTO EN EL CHELSEA CON UN GOL
Volvió la Bruja
Juan Sebastián Verón tuvo un arranque soñado en la primera fecha de la Premier League inglesa con su nuevo equipo. El último capricho del dueño del club, el empresario ruso Roman Abramovich, cumplió haciendo el primer gol de los de Ranieri, que venció 2-1 al Liverpool. Para él empieza otra historia.
Tan criticado por sus obstinados detractores locales como valorado por su legión de admiradores europeos, Juan Sebastián Verón –la Brujita– volvió a tener ayer un papel protagónico en la cartelera del fútbol mundial: debut y gol tras un pase millonario en una de las ligas más glamorosas del mundo. Es que el Chelsea, uno de los equipos más cajetillas de la Premier League, pagó por su pase 21,8 millones de euros (unos 22 millones de dólares), gracias a un capricho de nuevo rico del nuevo dueño del aristocrático club londinense, Roman Abramovich, y la Brujita llegó a Stamford Bridge con la doble responsabilidad de liderar un proyecto de más de 100 millones de euros y cubrir con su juego el enorme vacío dejado por el italiano Gianfranco Zola. No pudo irle mejor: ayer debutó e hizo el primer gol en la victoria de su equipo ante el Liverpool.
La trayectoria del hijo de la Bruja Juan Ramón estuvo signada desde el inicio por las transferencias resonantes. Hoy, a los 28 años, ha dado un nuevo paso tras dejar en el 2001 la Lazio para fichar por el Manchester, que pagó por él casi 45 millones de euros. Sir Alex Ferguson, que había ganado la Champions League dos años antes con Butt y Keane como doble pivote, veía al argentino como el perfecto acompañante del volante internacional irlandés. La nueva estrella del United seducía a la prensa, a los seguidores y a los sponsors, pero Verón veía desde el banco de suplentes cómo el equipo seguía jugando mejor con el pelirrojo Nicky Butt.
Esa era una situación nueva para Verón, acostumbrado a ser la primera bailarina en todos los equipos. En Estudiantes de la Plata, donde debutó en 1994, vivió dos años bajo el estigma de ser el hijo de la Bruja Verón, leyenda viva del club y triple campeón de la Libertadores entre 1968 y 1970. La Brujita, como fue inevitablemente bautizado, no desbordaba por el flanco izquierdo como su padre, pero destacó como mediapunta y participó en el retorno del equipo a Primera. Boca fue su siguiente etapa. Aterrizó en la Bombonera como comparsa del retornado Maradona y partió como ídolo de la afición con destino a Italia. No se detuvo: de Sampdoria al Parma, del Parma a Lazio y de Lazio al Manchester en cinco años. Una progresión geométrica de millones que hacen pensar en una figura a nivel mundial. Una progresión que se frena cuando Alex Ferguson prefiere el recio fútbol de Butt a las sutilezas de Verón.
En el Chelsea no tendrá ese problema. Desde la llegada, a comienzos de julio, de Roman Abramovich, la búsqueda de un crack mediático le ha llevado a ignorar la tendencia del mercado y ofrecer cifras astronómicas por jugadores como Davids, Vieri o Raúl. Ante la negativa de las grandes figuras europeas, el magnate ruso paga por el irlandés Damien Duff lo mismo que han costado Beckham o Ronaldinho. Con la llegada de Verón a Stamford Bridge, Abramovich pone la guinda a su proyecto, el entrenador Claudio Ranieri respira tranquilo y el mediocampista argentino vuelve al centro del escenario.
El arranque fue el ideal. A los 25 minutos, llegó un centro atrás a la altura del punto del penal. La Brujita le pegó como venía, a media altura, cerquita de un palo. Liverpool, gracias a su joven delantero estrella Michael Owen, igualó a diez minutos del final, pero el holandés Jimmy Hasselbaink, una vieja estrella del equipo londinense, decretó el 2-1 de la victoria cuando sólo faltaban tres minutos.
Como el Manchester United, que el sábado había goleado 4-0 al Bolton Wanderers, el Chelsea también tiene tres puntos. También los tienen el Blackburn, el City, el Fulham, el Arsenal, el Porstmouth y el Birmingham. Verón debe estar tranquilo. La oportunidad de la revancha está vigente.