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Apenas tres partidos alcanzan para sumergir a un campeón en un tembladeral. Porque River no sólo atraviesa una crisis futbolística sino que ahora comienzan a aparecer los cuestionamientos sobre sus nuevas figuras y, una vez más, sobre el técnico Manuel Pellegrini. El equipo sufrió su segunda derrota consecutiva, esta vez ante Newell’s, que volvió a ganar en el estadio Monumental después de 11 años. Mientras Boca se sigue alejando en la punta de la tabla, el defensor del título no encuentra el rumbo en este inicio de campeonato.
Los contratiempos que sufrió durante la semana se vieron reflejados ayer ante los rosarinos. En primer lugar, la nueva defensa –Vivas, Tula, Tuzzio, Virviescas– no encontró la coordinación necesaria, en el medio no hubo en ningún momento un conductor claro, y los hombres de ataque estuvieron desconectados del resto. Seguramente, después del accidentado primer tiempo en La Plata, la semana pasada, la de ayer habrá sido la peor producción del equipo bajo la conducción de Pellegrini. Incluso, sumando la eliminación de la Copa Libertadores en Colombia.
Newell’s ejecutó un juego simple, y buscó siempre trasladando la pelota por abajo. La superioridad de los visitantes comenzó a gestarse en la mitad de la cancha. Allí, Rosada, Patiño y Guiñazú se encargaron de controlar a los volantes rivales, y tuvieron inteligencia para tener profundidad en sus entregas. Además, el colombiano demostró capacidad para el desequilibrio por la franja derecha, y coronó su mejor actuación con un gol desde afuera del área.
En el primer tiempo, River apenas se acercó a Palos con dos cabezazos: primero Tula la tiró por arriba, y luego a Pereyra también se le fue alta. Pero la diferencia iba a llegar sobre el final. Después de que Costanzo le contuvo un tiro a Silvani, otro colombiano, Vázquez, marcó el primer tanto con un toque de derecha, luego de recibir una habilitación de Rosales. Vázquez había convertido los goles del América de Cali que supusieron la eliminación de la Copa Libertadores del equipo argentino...
River intentó la reacción en la segunda parte con los ingresos de Gallardo y Salas, pero si bien exhibió más decisión en los primeros instantes, el dominio de Newell’s no se alteró. Para colmo, aquel gol de Patiño pareció clausurar todas las aspiraciones del campeón. Más tarde, Vázquez perdió una gran oportunidad que salvaron entre Costanzo –el arquero también respondió ante un derechazo de Rosales– y Tula. A esa altura, los rosarinos no tenían inconvenientes para esperar el final del partido, y aprovechaba el desconcierto de River, que jugaba con diez por la lesión de Gallardo...