FúTBOL › ACTUACIONES INDIVIDUALES DESPAREJAS
Marinelli tuvo un buen debut
Por Facundo Martinez
Dudas y certezas para el entrenador Carlos Bianchi deben dejar como balance el empate 3-3 ante Vélez, en la Bombonera. Dudas, porque al equipo boquense le convierten fácil, de arriba y de abajo, y porque los delanteros continúan en mala racha y no sólo no convierten las fáciles –como el penal que Guillermo Barros Schelotto pateó suave ante Sebastián Peratta; es el segundo que malogra en lo que va del torneo– sino que incluso terminan participando poco de las jugadas de peligro. Certezas, porque comienzan a aparecer nuevos valores en el equipo, como el Carlos Marinelli y el pibe Neri Cardozo, y otros, como el colombiano Fabián Vargas, por ejemplo, se animan a jugar más sueltos y así mejoran sensiblemente el juego del conjunto.
Boca está pagando caro la anemia de sus delanteros, quienes se muestran muy por debajo de sus posibilidades. El Mellizo casi no se entiende con sus compañeros, aunque de vez en cuando se ilumina y consigue entrar al área desparramando defensores, como lo hizo ayer en la jugada que forzó a Fabricio Fuentes a cometerle el penal. Y a Tevez, que cuida bien la pelota cuando recibe de espaldas, se le complica demasiado el asunto cuando tiene que girar y encarar, y también en el momento de la definición, en el que sigue faltándole un poco de frialdad y de sentido de la oportunidad. Tampoco se salva Iarley, que le faltan minutos, es cierto, pero que no logra retomar el nivel que tuvo en el arranque del pasado Apertura.
El precio está a la vista: para equilibrar la falta del gol, los volantes se ven obligados a sacrificar algunas de sus funciones, y eso produce descompensaciones en el mediocampo que los rivales aprovechan para llegar con más soltura y profundidad al arco de Abbondanzieri. Esa descompensación alcanza, además, a la última línea. Porque Boca arriesga mucho con las partidas al ataque de Pablo Jerez y de Clemente. Al primero parece faltarle juego y sobrarle nervios. En el caso del segundo, el problema sería más bien de orden. El lateral, obligado por velocidad y dinámica a pasar constantemente al ataque, corre el riesgo de perder su ubicación y, cuando eso sucede, termina otorgando ventajas.
Sin embargo, el partido ante los de Liniers tuvo varios aspectos positivos, como los valiosos aportes de Cardozo y de Vargas. Ambos están más sueltos y más precisos que en sus primeras apariciones y, junto a Clemente, comienzan a formar una sociedad que, de continuar así, va a jerarquizar el juego del conjunto por la franja izquierda. También se destacó ayer Marinelli, quien tuvo una buena presentación, que llama a entusiasmarse con la llegada del armador ausente. Salvo las que perdió por excederse en lujos –el ex Premier League quería hacer todo ayer, y terminó fundido–, aportó claridad y panorama, que le valieron unas buenas combinaciones ofensivas con Tevez; es de esos jugadores distintos.