Por Ariel Greco

La victoria 3-1 sobre Talleres, y la forma en que manejó el partido, dejó en claro que Boca está pasando su mejor momento del año y que está en un nivel muy parecido al equipo que se consagró campeón del torneo anterior. Incluso la actualidad muestra que podría llegar a mejorar la campaña del 2003. En el Apertura, a esta altura marchaba líder, con 18 puntos, gracias a cinco victorias y tres empates. Sin embargo, había dos particularidades que todavía ponían en duda su marcha hacia el título. Luego de cinco victorias consecutivas, había igualado tres partidos seguidos: el postergado ante Banfield (3-3), de local ante Lanús (0-0) y de visitante ante Talleres (1-1). Y por ese momento sólo se hablaba de la Tevez-dependencia. Es que el delantero había convertido siete tantos en seis partidos, era el goleador del campeonato y justamente no había estado presente en esos dos últimos empates.
Una rueda después, la ecuación es parecida, pero diferente. Es que ahora no es puntero y tiene un punto menos, aunque cuenta con un mejor porcentaje de efectividad que en el certamen que se consagró campeón. Con 17 unidades en siete partidos, producto de cinco victorias y dos empates, el equipo de Bianchi puede llegar al liderazgo si gana su encuentro suspendido ante Chacarita y, de ese modo, mejoraría en dos puntos su campaña anterior. Sin embargo, la trayectoria no es para nada similar. Es que en este torneo el comienzo resultó dubitativo, con dos igualdades como local. Tras ese arranque, en las siguientes cuatro jornadas logró cuatro triunfos consecutivos, y en los últimos tres partidos marcó diez goles y sólo recibió dos. Además, sus actuaciones parecen ir en alza.
Claro que lo más significativo para el rendimiento de Boca es que la discusión de la Tevez-dependencia parece haber quedado en el olvido. Ya no se habla de ello, e incluso en las primeras jornadas dio el handicap de que su principal figura no mostrara su verdadero nivel. Ya en los partidos recientes, Tevez volvió a ser el jugador desequilibrante del torneo anterior y marcó en los últimos dos juegos sus únicos tres tantos del Clausura. Con el nueve en su pico de rendimiento, Boca tiene una carta clave para aspirar al título.
Pero si bien Boca luce con más armas que en el Apertura, también es cierto que los potenciales rivales muestran una solidez mayor: en aquel momento, apenas San Lorenzo se animó a pelearle tímidamente. Ahora son varios, y el ejemplo más concreto es Talleres, que pese a la derrota de ayer todavía se mantiene por encima en la tabla de posiciones. Pero, sobre todo, en este torneo está prendido River, lo que significa un rival de su misma estatura. Como para que los hinchas ya piensen en la fecha catorce.