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Planteos: esta vez no habrá desprecio
Por Ariel Greco
Desde hace unos años, probablemente a partir de la consagración de Boca en la Copa Libertadores del 2000 y luego en la Intercontinental en Japón ante el Real Madrid, el fútbol argentino empezó a vivir un fenómeno llamativo: el desprecio por los torneos locales. Y el pasado Clausura fue el peor ejemplo, con el campeón River jugando dos de los últimos partidos con suplentes –contra Chacarita y Lanús– y el inmediato perseguidor Boca colocando una cuarta reforzada en las cinco jornadas finales, pese a que todavía tenía chances de alcanzar al puntero. No sólo eso: Central y Vélez dilapidaron rápidamente sus chances colocando suplentes en el inicio del certamen por la participación en la Libertadores, y hasta Talleres terminó pagando con el descenso haber apostado por las Copas dos temporadas atrás.
Por una cuestión de prestigio y dinero, los técnicos priorizaron las competencias internacionales, los futbolistas avalaron la decisión y hasta los propios hinchas que van todos los domingos a las canchas (o los viernes o los sábados o cuando sea) y los que miran los partidos de TV, comenzaron a minimizar los torneos de la AFA, como si se trataran de una competencia menor. Es cierto que en el fenómeno tuvo que ver la racha exitosa del Boca de Carlos Bianchi, en contraposición con la imposibilidad de River de conseguir el ansiado título internacional. Pero eso de ninguna manera debiera justificar que el 32º título de River se haya festejado menos que la caída de su rival ante Once Caldas cuatro días después o que los de Boca casi ni lamentaran perder el Clausura a manos de su tradicional adversario. Hasta la llegada de Bianchi, a ningún hincha de Boca se le hubiese ocurrido despreciar ni siquiera una Copa de Verano...
Ahora el panorama es distinto. Sin Libertadores ni Intercontinental a la vista, la Copa Sudamericana recién se transformará en un objetivo en las instancias decisivas. Para Boca, River y San Lorenzo la prioridad es el torneo local, donde no pueden dar ninguna ventaja. Julio Falcioni ya anunció que Banfield se abocará al Apertura, ya que pretende tener un buen colchón de puntos para poder asumir sin riesgos la participación en la Libertadores del próximo semestre. Gustavo Alfaro señaló que a partir de los grandes cambios que sufrió el plantel de Quilmes –llegaron 13 jugadores, se fueron 15– la idea prioritaria es rearmar el equipo en el Apertura. Sólo Arsenal puede darse el gusto de encarar la Sudamericana con su mayor potencial, por tratarse de su primera oportunidad internacional y porque no tiene que participar el año que viene en la Libertadores.
El único compromiso del resto es el certamen local. Salvo Vélez, que no se reforzó, los demás equipos hicieron grandes esfuerzos para contratar jugadores, y se produjo la llegada de varias figuras –Palermo, Jardel, Cardetti, Insúa, el Turu Flores– que generan una expectativa diferente. Por eso, este Apertura parece arrancar con otro color. Por lo menos, los equipos que participarán no lo van a despreciar.