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Figuras: muchas son de reparto
Por DANIEL GUIÑAZU
El regreso a Boca de Martín Palermo, el más grande goleador argentino de los ‘90, es el atractivo individual más sobresaliente de este Apertura por venir. Después de un paso poco airoso por el fútbol español que desmintió cuanto de él se esperaba, Palermo vuelve al club donde se hizo ídolo y sensación para demostrar que las segundas partes también pueden ser buenas. Tiene a su favor motivos valederos para soñar: estará acompañado, tal vez, como ningún otro atacante. Contará con su ladero preferido, Guillermo Barros Schelotto, listo para teledirigirle centros a su cabeza no bien se recupere de la operación a la que fue sometido en el receso. Y con Carlitos Tevez trayéndole la pelota desde atrás, a puro toque y gambeta, y con Guglielminpietro. Si este formidable paquete ofensivo (al que Franco Cangele puede enriquecer en cualquier momento desde el banco) se ajusta con rapidez, Boca puede llegar a tener un poder de gol envidiable, casi único. Y Palermo, el desquite que necesita luego de tres temporadas europeas para el olvido.
Pero no sólo habrá novedades en Boca. En River se fue Cavenaghi y no llegó nadie en su lugar. Maxi López será titular por primera vez en el ataque. Deberá mantener y mejorar su nivel sorprendente del final del primer semestre si quiere afirmarse en un puesto que no suele dar revancha. Al igual que Palermo, va estar bien rodeado, pero deberá esperar: Gallardo volverá recién en octubre y Salas, después de la tercera fecha. Si los Marcelos desafían a sus lesiones recurrentes y logran jugar con la continuidad que no tuvieron, River podrá disimular la nostalgia por el goleador perdido en Rusia.
La afirmación de Javier Mascherano como un formidable volante central es otro dato a tener en cuenta en la previa del Apertura. El jugador consagrado en la Copa América será pieza clave de este River que va por el bicampeonato. Tendrá las espaldas bien cubiertas por Ledesma, un experto en la materia. Y eso es una ventaja que bien puede tornarse en algo por el contrario si Mascherano afloja su rendimiento a su regreso de los Juegos Olímpicos de Atenas.
En Avellaneda habrá que ver cómo hace Independiente sin Pastoriza y con Bertoni para ensamblar todas su piezas nuevas. Bustos Montoya y el Turu Flores están en condiciones de aportar mucho gol, y Riggio y Orteman, ida y vuelta permanente por los costados. A Racing llegó Cardetti, otro goleador vuelto de Europa. Si sintoniza rápido la misma onda con Lisandro López, están en condiciones de armar una pareja de ataque picante y voraz.
¿Qué se puede esperar del resto? Que San Lorenzo encuentre en el uruguayo Olivera, el goleador que le anda faltando. Que Biglia y Oberman le aporten frescura y atrevimiento a Argentinos y que Píriz Alvez siga siendo en La Paternal el mismo artillero que fue en Talleres. Y que vuelva Ortega. Si Newell’s consigue destrabar el caso con el Fenerbahce de Turquía y al Burrito le dan permiso, el fútbol argentino recobrará un motivo de alegría. Y el Apertura, un protagonista de lujo en medio de tantos actores de reparto.