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Boca acaba de concretar una ambiciosa operación inmobiliaria que consistió en la compra y venta de dos terrenos diferentes. Mientras se desprendía del antiguo predio de La Candela en San Justo, donde se concentraba el equipo que fue campeón del mundo en 1978, adquirió una manzana lindera a la Bombonera donde se encontraba una fábrica de alimentos abandonada. Esta porción de tierra se encuentra comprendida entre las calles Wenceslao Villafañe, Del Valle Iberlucea, Aristóbulo del Valle y Pasaje Zolezzi.
El complejo deportivo La Candela, que adquirió notoriedad en los años ‘60 durante la gestión de Alberto J. Armando y fue utilizado por equipos campeones como los de Juan Carlos Lorenzo, fue vendido en una suma cercana a los 350 mil dólares. Roberto Digón, un opositor a la actual conducción de Pedro Pompilio, sostiene que se “había arrancado pidiendo un millón de dólares y se terminó vendiendo por menos de la mitad. Hubo incluso ofertas mayores a la que se aceptó”.
En cambio, lo que en otros tiempos fuera la fábrica Miñaqui, a Boca le habría costado unos 800 mil dólares. Ese terreno se ubica muy próximo al estadio, al complejo de Casa Amarilla y las actuales playas de estacionamiento. Como era dable esperar, ya circulan comentarios sobre el futuro emplazamiento que se levantará en el lugar. Y se habla desde un hotel de categoría dispuesto a albergar a turistas extranjeros y argentinos que concurran a ver los partidos de Boca hasta un gran centro comercial con playas de estacionamiento. El club puso la plata. Ahora habrá que ver quién controla el futuro negocio.