Un atractivo adicional tuvo el superclásico: ver, frente a frente, a Roberto Abbondanzieri y a Germán Lux, los dos arqueros que discuten, mano a mano, la titularidad del arco del seleccionado argentino para el inminente Mundial de Alemania. Y aunque los noventa minutos de la Bombonera seguramente no definirán nada en la cabeza de José Pekerman, Lux salió mejor parado del desafío. Sus aciertos ayudaron a mantener vivo a River casi hasta el final del partido. Sus errores no desequilibraron la balanza.

Lux sólo cometió una equivocación: en el primer tiempo, se apresuró demasiado al salir a taparle a Insúa una pelota sobre el costado izquierdo del área. Pero la jugada no tuvo consecuencias serias. En cambio, la falla de Abbondanzieri resultó determinante: en el gol de Farías supuso que el delantero lo iba a encarar, se apuró en dar un paso al frente para achicarlo, y no tuvo retorno. Además, la expulsión le resta puntos al trabajo del arquero de Boca, más allá de que, con el resultado puesto, pueda afirmarse que su foul casi en la mitad de la cancha fue un acierto: le impidió a Gallardo anotar un gol casi seguro.

Lo mejor de Lux fueron dos atajadas ante sendos cabezazos de Silvestre en el primer tiempo, y de Bilos en el segundo. También, su seguridad ante los centros y pelotazos frontales que Boca le disparó a repetición. Y su presencia para no dejarse intimidar por el ambiente abiertamente boquense que reinó. Abbondanzieri, por su parte, estuvo correcto en el segundo tiempo cuando, con su salida, lo obligó a Farías a cruzar un zurdazo que se fue afuera y que bien pudo haber sido el segundo (y casi definitivo) gol de River. Pero su tarea, hasta el momento en el que el árbitro Pezzotta le mostró la tarjeta roja, siempre se situó un paso por detrás de la de Lux.

Ninguno de los dos fue clave en el desarrollo del partido. Ninguno acertó mucho ni se equivocó en exceso. Pero Lux volvió a dejar en claro que no hay arco que le quede grande. Y ésa es una buena noticia para alguien que pretende defender la valla nacional la Copa del Mundo que arranca dentro de 75 días. Aunque todavía falta mucho para que Pekerman entregue una de las decisiones que el país futbolero más espera, el arquero de River le sacó diferencias al arquero de Boca. Y ésa fue una de las conclusiones más importantes que, de cara al futuro inmediato, arrojó el vibrante superclásico de ayer en La Boca.