Barthez: Bien, más seguro que otras veces. No tuvo nada que ver en el gol, fue un cañonazo que salió de la cabeza de Materazzi. En los penales se tiró casi siempre bien. No pudo hacer nada.

Sagnol: No estuvo mal en la marca, pero esta vez pesó poco cuando pasó a posiciones ofensivas, cosa que, por otra parte, no hizo mucho. Se le escaparon un par de pelotas fáciles.

Thuram: Bien, con la firmeza y la calidad de siempre. De arriba no perdió nunca. Correcto en los cruces. Una actuación acorde con su rendimiento en todo el torneo.

Gallas: Sólido, como es su costumbre, firme cada vez que abandonó la cueva, claro con la pelota en los pies, dándole siempre destino seguro. También metió fuerte cuando fue necesario.

Abidal: Mejor que en partidos anteriores. Domenech trabajó mucho con sus subidas y no salió mal, porque metió un buen tiro al arco que se fue cerca y un par de desbordes desequilibraron a la defensa italiana. En la marca no tuvo dificultades mayores con los que anduvieron por su sector. Pateó muy bien el penal, con mucha confianza.

Makelele: Bien en el primer tiempo, muy bien en el segundo cuando se dio cuenta de que tenía que imponerse en el medio, después de la lesión que marginó a Vieira. En el tramo final del partido arriesgó con la gambeta para ganar algún espacio y pasar al ataque. Terminó entero.

Vieira: Era una de las figuras de la cancha, pero se tuvo que ir por una lesión en el segundo tiempo en el momento en que los italianos parecían confundidos y no le encontraban la vuelta al juego. Fue una pena para el espectáculo que se tuviera que ir porque había aportado varios toques lujosos de una calidad que no abundaba en la cancha. Perdió en el salto con Materazzi en el gol italiano, pero eso no opaca lo suyo.

Zidane: No es la primera vez que se sale de cuadro y comete barbaridades. Se volvió loco por algo que le dijo Materazzi y le pegó un imperdonable cabezazo en el pecho que le valió la expulsión. Le puso una mancha fea al epílogo de su carrera. Había jugado bien, por momentos muy bien, marcando el ritmo del partido, a pesar de la marca de Gattuso y Cía. Pateó con clase su penal, el del arranque del partido, y casi mete un gol de cabeza en la jugada en la quedó cara a cara con Buffon, una estampa de fútbol. Apena el final (ver página 7).

Malouda: Bien, forzó el penal en su primera diagonal a fondo en el inicio del encuentro y le provocó mucha inquietud al fondo italiano. También se animó a pegarle al arco. Hizo un interesante trabajo y redondeó una actuación superior a la de otros partidos.

Henry: Terminó agotado y, sin resto físico, se tuvo que ir reemplazado. Bajó demasiado a buscar la pelota cuando no le llegaba. Tres o cuatro maniobras de su sello le pusieron un poco de luz al partido. No pudo terminar bien una magnífica excursión por el flanco derecho italiano y lo lamentó mucho. Buffon controló sus remates.

Ribéry: Produce menos de lo que amenaza, pero tiene una gran vocación ofensiva y no se esconde. Corrió muchísimo y casi convierte un lindo gol, luego de una buena pared con Malouda, mientras Domenech preparaba la entrada de Trezeguet.

Diarra: Reemplazó a Vieira, que la estaba rompiendo. Le sacaron la amarilla en una de sus primeras intervenciones. Después se calmó. Cumplió.

Trezeguet: No aportó mucho. En el penal tuvo mala suerte. Buffon se había ido al otro lado. El travesaño le impidió marcar.

Wiltord: Jugó poquito. Tuvo una posibilidad y no la aprovechó. Pateó bien el penal.