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El brindis de fin de año les sirvió a los riverplatenses para despedir un 2007 para el olvido y pensar en un 2008 renovado. Tras el cierre de un ciclo negativo desde lo deportivo con Daniel Passarella y una etapa plagada de peleas de barrabravas y conflictos dirigenciales, la llegada de Diego Simeone trae nuevos aires para encarar el campeonato local y el postergado sueño de la Copa Libertadores. Consultados por Líbero, Ubaldo Fillol, Alberto Tarantini y Carlos Enrique, figuras que dejaron su huella en distintas etapas de la historia de River, opinaron sobre el futuro que se le presenta al equipo ante esta nueva etapa.

“No tengo dudas de que River sigue teniendo uno de los mejores planteles del fútbol argentino. Es cierto que en el último tiempo no pudo salir campeón, pero no se entiende bien por qué”, aseguró Fillol, quien jugó 361 partidos con la banda roja y consiguió 7 títulos. “Passarella, según mi opinión, es uno de los técnicos más capacitados del fútbol argentino; pero así y todo su trabajo no le alcanzó para poder ganar un título”, precisó el ex arquero de la Selección.

En tanto, Tarantini, quien luego de pasar por Boca se puso la camiseta de River durante tres años, consideró que “el equipo tiene que salir de este pozo. Va a ser duro porque está obligado a pelear sí o sí por algo, pero tiene un muy buen equipo y lo puede conseguir”.

A su vez, Enrique expresó que la prioridad pasa por “conseguir un orden táctico” y a partir de eso tratar de “explotar al máximo el potencial de los jugadores”.

“En River tienen que tirar todos para el mismo lado, tanto los más grandes como los jóvenes. Lo que pasa es que hoy el jugador parece una muñequita de porcelana, siempre tiene una lesión distinta. Antes no era así”, opinó el ex defensor, campeón en Núñez en el Apertura 1991.

La última vuelta olímpica de River data del 27 de junio de 2004. Aquella tarde el equipo de Cavenaghi, Mascherano, Lucho González y Gallardo, entre otros, empataba 1-1 ante Atlético Rafaela y conseguía el torneo Clausura de la mano de Leonardo Astrada. Desde ese momento, jugó 14 campeonatos (sumando certámenes locales, Copas Sudamericanas y Libertadores) y no pudo quedarse con ninguno.

“En River te exigen siempre, sólo sirve ganar –afirma Fillol–. En nuestra época, por ejemplo, Angel Labruna nos decía que había que ganar hasta los amistosos. Es así, los equipos grandes son una trituradora.”

Algo parecido manifestó Enrique, al sostener que “en River vivís presionado”. Y luego le deseó suerte a Simeone. “Ojalá que le vaya bien. Es un gran tipo, un ganador. Lo conozco hace mucho y creo que puede sacar a River de este mal momento. Como hincha espero que tenga suerte por él y por los jugadores”, aunque enseguida aclaró: “La frase de ‘el cuchillo entre los dientes’ es mía, ¿eh? La dije en Inglaterra mucho tiempo antes”.

Fillol advierte que “Simeone tendrá que darse cuenta de que va a manejar un Fórmula 1. River es un grande y los proyectos son siempre a corto plazo. No va a ser como Estudiantes, va a tener menos tiempo para demostrar su capacidad. En River lo que hiciste anteriormente no sirve, tenés que demostrarlo nuevamente y el Cholo puede hacerlo”. Por su parte, Tarantini consideró que Simeone puede ser “ideal” para este momento, pero que para pedirle resultados “hay que darle tiempo”.

El tema institucional no deja de preocupar a las glorias de River. “En todas las épocas hay episodios confusos, siempre pasa. Pero un título aclara todo, es así de sencillo. Aguilar se merece poder conseguir un campeonato. Sería una satisfacción merecida como riverplatense”, señaló Fillol. Similar fue la observación de Tarantini, quien presume que si River consigue ganar un título “va a tener mucha más tranquilidad tanto en lo deportivo como en lo institucional”. En cambio, Enrique prefirió no hablar puntualmente sobre Aguilar, pero contó su experiencia personal: “Antes iba al club, estaba casi todo el tiempo; pero ahora cuando voy me siento incómodo –confesó–. Sigo yendo, pero es feo ver a mucha gente que trabaja ahí y que no es feliz. Lo digo tanto por los empleados como por los jugadores”.

Producción: Mariano Verrina.