Por G.V.

Miguel D’Aquila es un abogado especializado en derecho comercial que siempre se opuso a las prácticas mercantiles que se idearon para Racing. Hijo de un ex vicepresidente que acompañó a Santiago Saccol en la década del ‘60, propuso ejecutar el contrato de televisión que liga al club con TyC –a través de la AFA– para levantar la quiebra. Líbero le propuso un breve reportaje de ida y vuelta sobre los personajes que influyeron en la vida de La Academia durante estos últimos años.
–¿Fernando Marín?
–Creo que es un gran mentiroso.
–¿El juez Enrique Gorostegui?
–Hizo lo que pudo durante todo el tiempo que manejó la causa de Racing.
–¿La síndico Liliana Ripoll?
–Se embelesó con la AFA y se olvidó de lo que es la función de un síndico.
–¿Juan De Stéfano?
–Juan es el que, pese a todo, más quiere a Racing y el que lo tomó al borde de la desaparición y lo llevó a donde lo llevó. La deuda que dejó es incontrastable. Si fue de 12 millones, tendrá que demostrar por qué los generó.
–¿Daniel Lalín?
–Es un gran impulsador. Creo que lo quiere a Racing, pero se equivocó totalmente. Tanto en lo personal como cuando fue presidente.
–¿Osvaldo Otero?
–Es el gran causante de todo el desastre de Racing. Yo lo conozco de chico, porque me crié en Avellaneda como él, pero pienso que ha sido un traidor, mintió siempre.
–¿Julio Grondona?
–Es un hombre de Avellaneda...
–¿Carlos Melconian?
–Nunca estuvo en Racing.