El nivel de los jugadores de River no ofreció rendimientos superlativos, pero dentro de ese panorama el juvenil Diego Buonanotte y el arquero Daniel Vega fueron los que más ofrecieron. A pesar de haber jugado sólo 25 minutos, Buonanotte complicó a los defensores de Boca, sobre todo por el sector de Morel Rodríguez. El chico le dio una gran habilitación a Falcao para convertir, y también remató al arco y la pelota se fue cerca. En tanto, Vega volvió a transmitir seguridad desde el comienzo, cuando le ganó un mano a mano a Gaitán. En los envíos aéreos no tuvo inconvenientes, y estuvo bien parado ante un cabezazo de Palacio. En el gol de Palermo dejó la sensación de que reaccionó de manera tardía.

Un escalón más abajo estuvieron tres jugadores: Cabral, Sánchez y Villagra. El primero comenzó con problemas cuando tenía que salir hacia la derecha a cruzar a Chávez y Gaitán, pero lentamente se fue afirmando y terminó con firmeza. Sánchez no tuvo problemas para controlar a Palacio, pero utilizó el juego brusco en varias ocasiones. Al final terminó anticipándose bien en las pelotas cruzadas. Villagra fue correcto en la marca, pero no aportó en ataque. En su única aparición ofensiva, no pudo ante Forlín cuando iba a rematar al arco.

El tercer lugar del podio fue para el lateral derecho Ferrari, y para la dupla central que integraron Ahumada y Domingo. El ex Central estuvo muy contenido y casi no se mostró como salida por su franja. Al principio tuvo muchos problemas para cubrir las espaldas de Bou, y con el correr de los minutos se estacionó más en su campo. Ahumada perdió el duelo ante Battaglia en esa zona, y con su sola presencia no pudo prevalecer. El capitán trató de ordenar a sus compañeros, pero habló tanto con el árbitro que terminó perdiendo concentración. Domingo no estuvo preciso en las entregas, y rozó la expulsión por una falta fuerte sobre Ibarra.

Los que menos aportaron para su equipo fueron Fabbiani, Falcao y Bou. El ex Newell’s no cumplió las expectativas que generó, y ni siquiera pudo rematar al arco. Para colmo, exhibió fastidio cuando fue reemplazado. Falcao estuvo demasiado estático, y falló una clara posibilidad para darle el triunfo a River. Bou no se afirmó en ningún momento, y sus desatenciones fueron perjudiciales para el equipo. El ingresado Rosales desbordó varias veces por derecha, y Abelairas casi no tuvo contacto con la pelota.