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Para los hinchas de Independiente, la tarde no pudo terminar peor. Soportaron el intenso calor, que su equipo jugara uno de los partidos más flojos del torneo y que perdiera sobre la hora. Sin embargo, eso no fue todo. Por disposición de la policía, se tuvieron que quedar más de 25 minutos esperando que se desalojara la tribuna de Banfield. En ese rato, los simpatizantes visitantes se bancaron las cargadas de los de Banfield, que se querían quedar festejando. Pero no fueron los únicos que los gozaron. Mientras esperaban en las escaleras que abrieran las puertas, los plateístas de Independiente vieron cómo los hinchas de Boca los gastaban desde la autopista. A los bocinazos, mostrándoles camisetas y banderas, y algunos hasta frenando casi a cero pese al peligro de la maniobra, los fanáticos de Boca que volvían desde la Bombonera hacia el oeste no perdieron la oportunidad para cargar a los del Rojo. Así se armó un insólito cruce de insultos. Para cerrar una tarde nefasta, la bronca de los hinchas de Independiente por no poder salir motivó algunas corridas con la policía, aunque todo se tranquilizó un rato más tarde.