- River no tuvo la capacidad necesaria para saber pararse con un jugador más, y esa diferencia no se pudo notar en el desarrollo del partido. El trabajo de Boca también tuvo su mérito para conseguirlo.

- Andrés D’Alessandro volvió a jugar un Superclásico después de muchos años, y su capacidad conductiva le alcanzó para convertirse en el más destacado, dentro de un nivel muy bajo.

- Pablo Pérez volvió a ser determinante para Boca, por sus acciones violentas que le terminaron costando otra expulsión. Su futuro en el club puede estar condicionado luego de lo de ayer.