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Domingo, 2 de noviembre de 2003

LA FUERZA EN BUENOS AIRES

Cosas de Negri

Entre el lunes y el miércoles pasados, el filósofo italiano Toni Negri protagonizó una seguidilla de maratónicas presentaciones ante diversos auditorios porteños. El recorrido empezó en Chacarita, en la sede de la fábrica recuperada “Nueva Esperanza”, y culminó con una conferencia en el Salón Dorado de la Legislatura porteña. Las actividades del autor de Imperio –que celebró el fin de una condena de casi un cuarto de siglo visitando Brasil y Argentina– incluyeron también charlas en la ex Biblioteca Nacional y en el Colegio Nacional de Buenos Aires.

POR DIEGO BENTIVEGNA

La visita de Negri a nuestro país resulta particularmente relevante en la medida en que los sucesos argentinos de los últimos años son, junto con las jornadas de Seattle y de Génova, la puesta en marcha, el laboratorio de formas políticas que muestran hasta qué punto multitud, éxodo, trabajo inmaterial o excedencia del ser son no sólo conceptos más o menos felices sino, fundamentalmente, estructuras insertas en ese entramado de tensiones complejo y antagónico que llamamos “lo real”. A lo largo de sus diversos encuentros, Negri se explayó de manera recurrente sobre la red de conceptos que, compilados en Imperio, han provocado el florecimiento de controversias teóricas y tomas de posición apasionadas. A partir de las preguntas de un auditorio en el que predominó el componente académico-estudiantil, el filósofo italiano polemizó de manera vehemente con algunos conceptos como el de dialéctica, pueblo, representación y Estado-nación, tan engarzados en las representaciones políticas de gran parte de la izquierda vernácula. A continuación, una breve antología temática de las intervenciones de Negri en Buenos Aires.

AUTONOMÍA No a la continuidad. Experimentación. Laboratorio abierto, completo, continuo, de nuevas formas de representación, de nuevas formas de organización. Autonomía no es lo contrario de organización. Autonomía no tiene nada que ver con el stalinismo, pero tampoco con el anarquismo.

CEREBRO Nuestros padres, nuestros viejos, quisieron que estudiásemos. Trabajaban en fábricas, eran campesinos, a menudo emigraron para huir de las condiciones de miseria que el trabajo capitalista imponía. Nosotros hemos elaborado un cerebro, un cerebro común, que es una capacidad de producción, que es un instrumento de trabajo que llevamos con nosotros. La autonomía está en esto.

DIALÉCTICA Yo me declaro, como muchos otros representantes del pensamiento contemporáneo, contra la tradición hegeliana, contra la tradición de aquellos que quieren reconquistar o redimir la negatividad. Estoy en contra de esta concepción porque pienso que en esta concepción está siempre la mediación. Hay siempre un momento dialéctico que destruye la realidad de las oposiciones, las durezas de la pobreza en este caso (...). El mundo que la dialéctica ha reconstituido es un mundo que ya no tiene la posibilidad de ser reconciliado.

ESTADO-NACIÓN
Negri: –Es difícil ir más allá del Estado-nación.
Auditorio: –Quizás en el primer mundo...
Negri: –Quizás en el primer mundo, no lo sé bien: acá los mandaban a Malvinas; en Italia los mandaban a luchar a Rusia. En todos lados el Estado-nación se comportó de esa manera. Y aquí el Estado-nación ha caído sobre la carne de ustedes como dictadura, cazzo.

LENGUAJE Hoy podemos imaginarnos la producción cada vez más como una lengua, como un discurso. Son palabras que se ponen en relación para producir sentido. Y la producción deviene algo que es como un lenguaje, una lengua hablada. Si ustedes piensan bien en todo lo que está sucediendo, se darán cuenta de que aquello que une en realidad a la multitud son los elementos comunes: la educación, cierto modo de sentir, cierto modo justamente de hablar, de comunicar, de estar juntos, un cierto nivel de la salud pública. La vida que se hace más larga. Los deseos que se hacen más ricos. Éste es otro elemento transversal fuertísimo, un elemento común, un elemento de comunidad.

MULTITUD La transformación del trabajo significa el hecho de que para trabajar es necesario ser hombres libres, imaginativos e intelectualmente capaces para producir trabajo. Esta reconducción de la libertad hacia el interior de las capacidades productivas, de la fatiga del trabajo, es el elemento de fuerza de la multitud como clase, como elemento de an-ta-go-nis-mo. No es verdad que la multitud elimina la estructura y la figura del antagonismo social. Lo multiplica.

REPRESENTACIÓN Nosotros oponemos el concepto de multitud al concepto de pueblo. Hemos considerado el concepto de pueblo como un concepto de producción burguesa: el Estado-nación nace con la construcción del pueblo, con la reducción a uno de la diversidad popular, e imponiendo la alianza nacional-popular de la burguesía con el pueblo. Cuando se dice que la multitud no es el pueblo se dice fundamentalmente una cosa: se dice que la multitud no puede ser encerrada en los mecanismos de representación política según el modo en que el Estado moderno ha producido esos mecanismos. De manera que cuando nosotros hablamos de multitud contra el concepto de pueblo, hablamos de multitud contra el concepto de representación. “Que se vayan todos.” Ése es el concepto de multitud. Y esto no vale sólo para la Argentina.

TRABAJO INMATERIAL El capital no puede dividir el trabajo intelectual como lo hace con el trabajo material, diciendo: “Hasta este punto, tú trabajas para mí”. No. El trabajo intelectual es un trabajo que no puede ser escindido en “tiempos” de trabajo como el trabajo fordista (ocho horas de trabajo, ocho horas de familia y propiedad, ocho horas de sueño). No. El trabajo intelectual coincide con la vida. No puede ser dividido. En consecuencia, la explotación no pasa por la escisión: pasa por la capacidad de absorber la fuerza comunicativa, la fuerza lingüística. La explotación se realiza como sujeción lingüística del conjunto del trabajo intelectual.

VIRTUD Las virtudes afectivas clásicas de una tradición femenina doméstica y reprimida patriarcalmente se transforman en elementos fundamentales en la definición del trabajo de todos. Hoy sabemos perfectamente que si trabajamos en la computadora, tenemos la necesidad absoluta de insertar virtudes, para decirlo de alguna manera, “de relación”. Hay toda una serie de elementos de este tipo.

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