Marcelino Freire terminó de escribir su primera novela en Buenos Aires, una ciudad que elige para tomarse vacaciones y escribir tranquilo, en sus bares y librerías. “Yo estaba buscando una historia por primera vez en mi vida porque una novela es algo mayor y no iba a tener el aliento para improvisar. Y encontré una historia, pero cuando la empecé a escribir me pedía sonoridad, rimas. Es la historia de un dramaturgo viejo que vive en San Pablo, un hombre de teatro que se ve envuelto en el asesinato de un taxi boy con el que él salía. Cuando descubre que el cuerpo del chico está en la morgue —el taxi boy es de la región donde nací, el estado de Pernambuco—, el dramaturgo empieza a preocuparse para enviar el cuerpo de ese chico a la familia. Al principio no se sabe quién mató al taxi boy y se termina volviendo una novela policial. Tuve que cercarme con una historia policial para poder mantener el aliento de una novela”, resume el narrador. La novela, que se publicará a fin de año en Brasil, se llama Nossos ossos (Nuestros huesos).