Vida y obra
por D. L.
Osvaldo Lamborghini publicó El fiord (Chinatown) en 1969, Sebregondi retrocede (Noé) en 1973 y Poemas (Tierra Baldía) en 1980. Póstumamente, César Aira recopiló su obra en Novelas y cuentos (Del Serbal, 1988) y Tadeys (Del Serbal, 1994). Arturo Carrera hizo pública una grabación admirable, Stegman 533’ bla (Mate) en 1997 y Palacio de los aplausos (Beatriz Viterbo), que habían escrito en conjunto, a fines de 2002.
Objeto de adhesiones incondicionales y rechazos igualmente violentos, la obra de Osvaldo Lamborghini es todavía un work in progress. Ahora César Aira ha preparado para Sudamericana una nueva versión de Novelas y cuentos, esta vez en dos volúmenes, con nuevos textos. Los criterios de las exclusiones y el reordenamiento son aclarados en un epílogo que sólo la tiranía periodística nos impide reproducir en su totalidad: “La primera edición de este libro (Serbal, 1988) reunió todas las narraciones que Osvaldo Lamborghini había publicado en vida, y las que había dejado preparadas para publicar, más algunos textos que las complementaban. Ese criterio, que se impuso entonces por la proximidad de su muerte, y la dispersión de su obra, fue perdiendo pertinencia con los años. Ahora, bajo el mismo título, que conservamos para indicar que lo esencial de su contenido sigue siendo el mismo, reunimos en orden cronológico todo lo que en sus papeles entra en la categoría ‘prosa narrativa’, publicado o no, esbozado, interrumpido, olvidado, descartado. Si bien puede parecer desleal hacia un escritor muerto publicar borradores dejados de lado, creemos tener algunas justificaciones; la primera y más patente es que Lamborghini nunca escribió mal; la segunda, que sería imprudente juzgarlo, cuando todavía estamos tan lejos de comprenderlo; y, más importante, que el panorama completo, al mostrar su evolución y sus experimentos, realza la calidad de los puntos altos”.
Pero no puede haber “obra” sin “autor” y en este punto se impone ya como una necesidad ineludible una biografía comprensiva. En eso trabajan Ricardo Straface y Alejandra Valente, quienes están a punto de terminar Lamborghini, Osvaldo, un monumental estudio biográfico basado en “casi doscientas cartas, unas ochenta fotos, más de cien entrevistas, varios centenares de manuscritos, los subrayados de dos bibliotecas, archivos públicos y privados, diarios y revistas de la época y, desde luego, nuestras conjeturas”. Ellos han propuesto los siguientes hitos biográficos insoslayables:
“Osvaldo Lamborghini nació en Buenos Aires el 12 de abril de 1940 y murió en Barcelona el 18 de noviembre de 1985. Pasó su infancia en Villa del Parque, su adolescencia en Necochea y su juventud en Ciudadela, Castelar, Don Torcuato. Entre 1968 y 1975 vivió en Buenos Aires, con frecuentísimos cambios de domicilio. Entre 1975 y 1978 se radicó en Mar del Plata. Desde entonces y hasta 1981 alternó Mar del Plata con Buenos Aires. Alrededor de febrero de 1981 se trasladó a Pringles donde, salvo una temporada en Mar del Plata, estuvo hasta agosto de ese año. Volvió a Buenos Aires, de allí a Mar del Plata y en noviembre de 1981 viajó a Barcelona. Volvió a los seis meses, enfermo. Se trasladó a Mar del Plata nuevamente y a fines de 1982 viajó ya definitivamente a Barcelona, donde entre tantas otras cosas escribió guiones para comics.”
Si bien el estudio de Straface y Valente no tiene su eje en la leyenda escandalosa, “el libro se hace cargo de todas las anécdotas que circulan y de otras menos conocidas” pero en el marco de una imprescindible contextualización. ¿Qué importancia tendrá una biografía de Lamborghini? “Puede decirse –señalan los autores–, que la restitución de un contexto biográfico posibilita otras maneras de leer la obra. También la satisfacción de una curiosidad: saber si el hombre se parecía a la voz.”
Mientras esperamos con indisimulable ansiedad la publicación de Lamborghini, Osvaldo, Novelas y cuentos I nos permitirá nuevas lecturas ynuevas discusiones alrededor de una obra cuya renovada presentación es un acto de justicia y de generosidad para con las nuevas generaciones de lectores, aquellos que no han podido acceder a los textos de Lamborghini sino fragmentariamente.