Cuando el grupo mendocino de los arquitectos Gerardo Montaruli, Sergio Morón y Carlos Boetto ganaron en 2002 el primer premio para el edificio municipal y centro cívico de Dolavon, Chubut, posiblemente no pensaban cuánto tendrían que esperar para ver su obra materializada. Pero el final para este edificio en el pueblito galés al fin llegó y lo que en situaciones normales no puede pasar de diez meses a paso lento, se completó en la friolera de más de sesenta. El proyecto, aún incompleto, sólo está funcionando como sede municipal y quedan para más adelante los exteriores, que completan el centro cívico con plazas y parque en la barranca.

Montaruli, Morón y Boetto organizaron una plaza, un parque temático, el borde del canal, espacios públicos, circulaciones, puntos de referencia de la espacialidad urbana, organizando circuitos y trayectos. Buscaban crear un campo urbano de actividades recreativas, sociales, políticas y de uso intensivo. Con todas estas ideas se organizó con la topografía como sistema provocador de las ideas del proyecto.

Según sus autores, “el edificio está compuesto por franjas longitudinales que definen sus espacios interiores. La franja cerrada de hormigón armado contiene los servicios sanitarios públicos y de personal, archivos, depósitos, sala de máquinas, office y estar público, este estar es el único espacio vinculado con el sector de paseo de la ribera-canal. La franja inmediata, de 2,40 metros, está destinada a las circulaciones públicas horizontales y verticales y al hall y acceso general. El espacio posterior, a las actividades administrativas propias del edificio. Este espacio es una planta totalmente libre, que a través del mobiliario se diferencia y genera la privacidad necesaria para las diferentes tareas. El espacio para el intendente se planteó en la planta alta, sobre una estructura metálica y de madera. Este espacio es el primero de los cinco módulos posibles de ampliación del edificio. Como el espacio inicial de actividad del personal y la circulación pública se repite en planta alta, producto de la característica del planteo de edificio contenedor de doble altura inicial”.

Es importante esta obra porque marca un hito en la organización de concursos desde la Sociedad de Arquitectos del Noroeste de Chubut (Sanech) con María Cristina de la Silva, su presidenta, como impulsora. Después vinieron 199 viviendas en Trelew, la sede de Vialidad Provincial, 8 Prototipos Fonavi para Rawson, la ampliación de la Legislatura provincial con sede en Rawson también. Sin olvidarse de la nueva sede de la Sanech que dio origen a esta tanda de concursos.

Es que la mecánica de los concursos está bien aceitada por allá y se entiende claramente que no se deben hacer concursos con un pensamiento mezquino de convocar sólo a arquitectos locales. De este modo ganaron grupos de Mendoza, La Plata, Buenos Aires y también de Comodoro Rivadavia.