Este viernes a las 19 se inaugura la restaurada cripta de ese templo tan especial, la Purísima Concepción de General Pacheco. La iglesia fue creada por la familia Pacheco en 1886, cuando todo aquello era una gran estancia y lo que hoy es una parte del megasuburbio norte porteño era apenas un caserío. El muy lindo templo está siendo restaurado cuidadosamente a manos de José Mastrángelo, de la firma Uffizi, y del profesor de artes visuales y restaurador Carlos Dematté. La primera fase, como corresponde, fue de techumbres, bajadas de aguas, pavimentos, muros exteriores y demás cuestiones de supervivencia, según el relevamiento de patologías de la arquitecta Patricia Pisano. Luego se pasó al subsuelo, un espacio que sufrió mucho –inundaciones, por ejemplo– y que contiene la cripta familiar de los fundadores. Este viernes el templo cumple 121 años y a las 19 su párroco Martín Fassi realiza una misa, seguida de la reapertura y visita a la cripta. El subsuelo del templo creado por Francisco Erril tiene ahora un espacio nuevo, que será transformado en museo. Los festejos incluyen un libro de próxima aparición, apadrinado por la Asociación Lombarda, y el anuncio de la tercera fase de la restauración, la del interior principal del templo, que es un verdadero festín visual de pinturas murales, incluyendo una serie de Modesto Faustini con ecos de Fra Angelico. La Purísima Concepción está en Hipólito Yrigoyen 250, justo al lado de la UTN, pasando la ruta 197.