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Sábado, 3 de septiembre de 2011

Hilos como joyas

Esta semana abrió en el Fondo Nacional de las Artes “Cruzando fronteras: del textil a la joya (2)”. Una propuesta con cursos e invitación al debate.

 Por Luján Cambariere

No nos cansamos de repetirlo. Las joyerías contemporáneas argentinas son de los segmentos más activos en el mundo del proyecto con un alto grado de involucramiento y debate en su hacer. Así, “Cruzando fronteras: del textil a la joya”, que abre por segunda vez sus puertas en Buenos Aires, intenta mostrar nuevas piezas e invitar a la reflexión sobre una disciplina que viene cambiando el paradigma.

De ahí que no sea casual que el eje esta vez esté puesto en el textil.

Curada por Lilia Breyter, las piezas realizadas por 26 joyeros (Luis Acosta, María Boggiano, Paula Breyter, Vanina Bujalter, Marina Callis, Paula Dipierro + Gabriela Horvat, Laura Giusti, Elena Iglesias, Juanamaraña –Laura Licandro + Rosa Alcántara–, Ester Kaner, Elida Kemelman, Graciela Lescano, Susana Masabeu, Marina Massone, Bárbara Paz, Mabel Pena, Norma Rinaudo, Jimena Ríos, Silvia Roldán, Silvina Romero, Tota reciclados –Marcela Muñiz + Valeria Hasse–, Sabina Wicki y la propia Breyter) se destaca el elemento textil, que puede estar presente tanto en los materiales como en las técnicas o la referencia de tipo simbólico o conceptual elegidas.

“La exposición pone de manifiesto la creatividad de joyeras y artistas textiles que han hecho piezas que demuestran que se pueden saltar los tradicionales límites de los oficios sin perder de vista el objetivo de poder ser portadas, lucidas y embellecer a quienes las usen. Al extender los campos de cada arte se abren infinitas posibilidades y este espacio interdisciplinario que surge trae como resultado la creación de obras con nuevos aires y rica diversidad: desde exquisitas miniaturas textiles que son joyas a joyería que se torna escultura. A pesar del notable contraste entre lo metálico y lo textil: duro/suave, estático/dinámico, frío/cálido, volumétrico/plano, tenaz/dúctil, es una dupla que ha funcionado a lo largo de los siglos complementándose. Esta exposición es otra muestra de la vigencia de este encuentro entre dos mundos aparentemente muy distintos donde artistas se animaron a cruzar los límites preestablecidos para unir dos fronteras”, señala Breyter, quien también agrega data sobre la relación histórica entre el textil y las joyas.

“La relación entre joyería y arte textil no es un encuentro contemporáneo. Tanto en culturas prehispánicas como en la Europa prehistórica, antigua y medieval, o en Medio Oriente, hay ejemplos de la utilización de hilos de metal, o hilos de metal combinados con fibras vegetales o animales en ornamentos. Las cuentas y piedras preciosas o semipreciosas se han usado cosidas a ropajes ceremoniales en diferentes culturas. Uno de los registros escritos más antiguos de la combinación de joyería y textil, se encuentra en el capítulo 28, versículo 4 del Éxodo, donde se describe la vestidura sacerdotal: ‘y harán el efod de oro, de hilo azul celeste y púrpura y carmesí...’ y lino torcido, trabajado con primor. El oro era batido para formar delgadas chapas, y después se cortaba en hilos, que eran entretejidos en la tela. El sacerdote debía usar un pectoral del mismo material, bordado con doce piedras preciosas.”

“También hay ejemplos de complementación de joyería y textil en el antiguo Egipto. Los usekh eran collares anchos con forma de cuello usados por la antigua nobleza egipcia sobre los hombros. Generalmente estaban compuestos por piedras preciosas y amuletos conectados con técnicas de tejido. A lo largo del tiempo fue predominando el concepto de joya para las piezas realizadas con metales, especialmente oro y plata, dejando por fuera a todos los demás ornamentos, catalogados como amuletos, accesorios o bijouterie. Ya en el siglo XX –continúa–, las técnicas textiles han sido utilizadas por distintos creadores de joyería que lograron combinar la dureza y frialdad del metal con la suavidad y calidez de la tela y los hilados. Se ha investigado, y seguimos haciéndolo, el uso de materiales no tradicionales de joyería como hilados de origen animal, vegetal, mono filamento, fibras sintéticas, material reciclado. Esta apertura hacia nuevos materiales y técnicas y el intercambio de conocimiento ha creado una integración enriquecedora, constituyendo una importante manifestación cultural de nuestra época”, remata.

–¿Por qué esta selección?

–Cuando fui invitada por el Museo José Hernández para realizar la muestra de joyería textil, hice una lista de las muchas técnicas textiles. Convoqué a artistas textiles y joyeros por su trayectoria profesional de excelencia, que utilizaran en su trabajo alguna de esas técnicas, tratando que no se superpusieran en materiales o técnicas.

–¿Existe cierto ADN o señas particulares, en la joyería contemporánea?

–Sí que la tiene. Es un tema muy largo que invito a debatir en la mesa redonda abierta al público “Cruzando miradas” que tiene como oradores a Jorge Castañón, Guigui Kohon, Mabel Pena y Cecilia Richard.

–¿Qué materiales textiles son más empleados? ¿Algunos hallazgos?

–Se trabaja todo tipo de telas y fibras. Yo especialmente trabajo el hilo de plata en telar manual. Otras diseñadoras con cobre, fieltro que se está usando mucho, cuero y objetos.

–¿Cambió el paradigma para que el material no determine qué es o no es una joya?

–Tratamos que cambie y cada vez tenemos más adeptos. Una joya es un objeto de arte portable. No importa el material.

* Hasta el 29 de septiembre en el Fondo Nacional de las Artes, Casa de la Cultura, Rufino de Elizalde 2831.

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