Allá por 1997, la fiesta multidisciplinaria ¡Anfetamínicos ‘80! –en la que dicen haber estado tantos como los que vieron en vivo a Mano Negra en Obras– inauguraba el apasionado revival los años ‘80. En aquel seminal evento en Die Schule supieron convivir la exhibición de juguetes-iconos de la década (como los Pocketers), la charla abierta con futbolistas-iconos de la época (como Walter Perazzo) y un tendal de discos-icono del espíritu ochentoso (Los Abuelos de la Nada, Michael Jackson). En años posteriores, sólo con la música alcanzó para los infinitos homenajes ochentosos que saturaron fiestas y programas de radio; saturación tal que la revista Barcelona promocionó la celebración por su primer año de vida bajo el lema “¡Ni un solo disco de los ‘80!”.

Ahora, apenas iniciada la segunda mitad del 2006, un nuevo revival se insinúa: vuelven los ‘90. Aunque la mirada retro –todavía– no aparece en forma de eventos organizados y autoconscientes sino de personajes y emblemas que, en apenas un puñado de días, regresaron todos juntos a los primeros planos, dibujando una nítida cadena de insinuaciones noventosas. Así, poco después de que Andrés Calamaro y Ariel Rot formalizaran en España el “retorno” de Los Rodríguez (y su galería de hits fechados entre 1990 y 1997), Alfio Basile fue designado director técnico de la Selección (como lo fuera en el ciclo 1990-1994). Al mismo tiempo, el odontólogo Barreda vuelve a ser estrella de noticieros (evocando cómo liquidó a sus hijas, su esposa y su suegra en 1992) y los locales de Todo por 2 pesos copan otra vez los barrios como durante la fiebre importadora de los primeros ‘90 (aunque con productos todavía más modestos, si es que es físicamente posible). El detalle final lo pone Burger King, anunciando la aparición con vida de los aros de cebolla, uno de los tantos espejitos de colores con los que la escena de los fast-food transnacionales irrumpiera en la Argentina en los ‘90, pero que luego quedara en el camino –oh, fade out de la fritanga– entre combos y lomitones.

Las preguntas quedan flotando. ¿Habrá alguien que le ponga el cascabel de “vintage” a la convertibilidad y a los programas de bloopers? ¿Se viene otra atrocidad en nombre del revival? ¿Dave Grohl y Krist Novoselic rearman Nirvana y eligen al nuevo Cobain vía reality-show? ¿Ocultará el disco rígido de alguna computadora el remix del himno “Que vuelva Carlos”? Uff.