Con el diario del lunes, con el resultado puesto, es fácil decirlo: las campañas ambientalistas para proteger al puma reciben más adhesión que las que buscan amparar al guanaco. Veamos el score final: 18.840 firmas para salvar a los pumas, contra 16.142 firmas en defensa de los guanacos, según cómputos oficiales de la Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA), organismo responsable de ambas cruzadas. Casi 2700 adhesiones de diferencia, en dos campañas simultáneas, casi gemelas, que acaban de concluir, y que tuvieron como objetivo denunciar ante las autoridades la caza indiscriminada que sufren las dos especies en distintas provincias, especialmente en Río Negro (donde el gobierno provincial establece incentivos económicos para los productores ganaderos que maten pumas) y en Santa Cruz (donde el Parlamento declaró al guanaco como especie perjudicial por los daños económicos que le adjudican). En ese contexto, 2700 es goleada. Podría titularse “Abultada derrota de los camélidos escupidores” o bien “Amargo triunfo del –pésimamente llamado– león americano”.

¿Será un efecto rebote de la maquinaria publicitaria que respalda a Los Pumas en el terreno rugbyístico? ¿O será que, aun entre quienes se sensibilizan por el destino de la fauna, hay animales más “comerciales” que otros, más “queribles” que otros o (como dirían en una película sobre estudiantina norteamericana) más “populares” que otros? Convéngase que tampoco se trata de una campaña para salvar las yararás más ponzoñosas y otra para resguardar los bambis más tiernos... El Departamento de Medio Ambiente del NO traslada la inquietud a Marcos Servente, vocero de la FVSA, quien aunque destaca que “ambas especies cumplen un rol clave para mantener el equilibrio del ecosistema en el que viven”, evalúa que “tal vez tuvo más impacto la situación del puma que la del guanaco por la cantidad de fotos sobre cacería de pumas que circularon en las redes sociales”. Estás a sólo un googlazo de impresionarte con las fotos sobre el accionar pumicida y guanaquicida de algunos cazadores hijos de puta.