EL DICHO
“Quiero darles a los fans tal cantidad de mierda que no puedan creer que están viendo eso en una película de Hollywood. Soy un tipo arrogante, y cuando me meto en el ring, quiero estar ahí arriba, con todos los grossos. Y no me voy a bajar hasta que no esté satisfecho.” Rimbombantes declaraciones de Quentin Tarantino, a propósito del estreno de Kill Bill Vol. 1, su primera película en seis años (la última fue Jackie Brown, en 1997). La nueva obra del director de Pulp Fiction se estrena mañana en Estados Unidos y el mes que viene en la Argentina, ambientada por una expectativa generalizada y el comentario crítico remarcado en la violencia de algunas escenas. Rodada en México, China y Japón, la película cuenta con las actuaciones de Uma Thurman y David Carradine (un nuevo rescate de Quentin y van...), con RZA, del Wu-Tang Clan, como autor de la banda de sonido. Es una historia de artes marciales (con el mismo coreógrafo que El tigre y el dragón) basada en un guión original de ¡222 páginas! De tan larga, finalmente, la película tendrá un volumen 2 que se estrenará, en EE.UU., en febrero del 2004.

EL HECHO
Este domingo, cuando caiga la tarde, Arbolito –interesante banda de rock folklórico o folklore rockero– y Osvaldo Bayer estarán en Rauch, una pequeña ciudad del centro de la provincia de Buenos Aires. El show delgrupo en el anfiteatro municipal de la Plaza de los Niños, en donde estarán acompañados por el magno don Osvaldo, tiene un motivo movilizador: Arbolito era el apodo de un indio ranquel que ajustició al coronel Rauch en épocas de la “conquista del desierto”. Bayer redescubrió la historia del tal Arbolito y la difundió en uno de sus textos. También, tiempo después, puso su voz en la canción “Arbolito el vindicador”, que el grupo grabó hace cinco años en su primera producción. “Es toda una aventura ir a un pueblo a contar que el nombre que llevan es el de un asesino y reivindicar al indio que mató al asesino. No sabemos cómo puede resultar”, dijo Agustín Ronconi, multiinstrumentista de la banda. El evento fue organizado por un grupo de estudiantes secundarios de la ciudad, en busca de que se sepa esa verdad que no siempre (casi nunca) figura en los libros de la historia oficial.