Héroe tercermundista
POR GOY UGAL DE KARAMELO SANTO
Nací de la unión entre mi madre y mi padre, como una hibridez entre judío y vasco. La cultura que menos mamé fue la vasca hasta que tuve noticias de lo que era la ETA y de lo que estaba pasando en ciudades como Bilbao o Donostia, y empecé a sentirme orgulloso de algo que no conocía. De todo esto, Fermín fue la primera noticia musical. Después, con las giras europeas de Karamelo Santo llegamos al País Vasco, y caminando por el Casco Viejo me encontré con un montón de gente de diversas características, pero con una misma cualidad en común: la cordialidad. Eso es euskalerría.
Aviso que luego de 20 años de tocar ska y de tratar de mantener una rebeldía adolescente en las palabras, la influencia de Fermín está asentada. Recuerdo que a los 17 años escuché la canción de Clash Jimmy Jazz cantada en euskera, me impresionó notablemente y funcionó como un disparador en mis canciones. Todo Kortatu dio una razón para colgarse la guitarra y rockear el sistema en otro idioma que no sea el inglés. Toda la familia Muguruza ha estado aportando cimientos para una nueva música rebelde en Latinoamérica. Negu Gorriak, Joxe Rupiao, Brigadistak y Eta Dut son conclusiones musicales que deberíamos respirar los músicos del tercer mundo. Fermín no será Bob Marley, ni Lennon, ni Manu Chao. Pero será una especie de Zitarrosa, Yupanqui e Ian Dury a su modo. Un héroe tercermundista que hoy está en casa: bienvenido a la Argentina. Los invito a nutrirse de rebeldía, alegría y emoción de un vasco con bombas musicales. Con compañeros musicales, por los caminos musicales.