En los alrededores del Foro Sol aparecieron afiches pegados en los postes de luz con dos signos de admiración y la leyenda: “Yo te avisé. Vuelve el león. Noviembre 2008, Ciudad de México”. ¿Se viene un fabuloso concierto en el DF?

Emoción 1: en mitad de una canción, el Mono de Kapanga se corrió al costado del escenario y habló por teléfono con su mujer desde la Argentina, mientras la banda seguía tocando. Cortó rápido, le describió el panorama y, emocionado, siguió cantando.

Emoción 2: segundos después del show de Arbol, Pablo Romero largó nuevamente el llanto y decía a quien pasaba: “Es que el nuestro fue un camino muy largo hasta acá”.

Daniel Melero subió con los Babasónicos para El colmo, que cantó junto a Adrián Dárgelos.

A los chicos pop de Panda no les fue nada bien. El público les dio la espalda y hasta les revolearon vasos al escenario.

En los tiempos de descanso en el hotel, Gustavo Cordera aprovechó para retocar algunas de las canciones que formarían parte de su disco solista. No corran bolas: lo ayudan sus compañeros de la Bersuit.

Casi sin levantar la voz, Tito Fuentes de Molotov se presentó junto a su otra banda Los Odio, integrada por Jay de la Cueva (Moderatto), Paco Huidobro (Fobia) y Tomás Pérez (La Lupita).

El show de los Wailers fue un gran karaoke. Tal vez por el calor y el horario (tocaron a las tres de la tarde), los discípulos de Bob abrieron el micrófono y dejaron cantar a la gente, que parecía aburrirse.

Los Lobos, tal vez la banda que mejor ha representado el rock mexicano en el extranjero, recibió algunos objetos contundentes durante su show. Salvaron la ropa con la versión final de La Bamba. Una pena.

Dante y el Mono sufrieron los embates de la altura en sus shows y comentaban que les faltaba el aire. ¡Daniel, te perdonamos!