“No conozco muchos jugadores que puedan hacer un gol así. Fue de PlayStation”, dijo, resignado, Arsène Wenger. No encontraba en el mundo real una explicación acerca de lo que había sucedido pocos minutos atrás: Messi acababa de hacerle cuatro y su Arsenal se despedía de la última Champions League bailado por el Barcelona. La declaración del entrenador cerró una tarde virtual, en la que la publicidad estática de la PS3 miraba de reojo, detrás los arcos, la faena de la Pulga. En Konami, chochos: habían invertido una millonada para que Lio aceptara ser la cara del Winning Eleven. El 10 de Diego nunca había tenido un sponsor tan genuino hasta ése entre el mejor futbolista del mundo y el mejor juego de fútbol.

Lionel fue jugador de PlayStation mucho antes de ser, justamente, “el” jugador de PlayStation. Había descubierto el Winning en la casa de un amigo cuando aún era un nene con problemas de crecimiento en medio de las inferiores de Newell’s. Fue de los primeros en meter el juego en el ámbito de la Selección. Durante el Mundial de Alemania (su primer compromiso serio con la celeste y blanca) despuntó el vicio silenciosamente mientras Tevez escuchaba cumbia, Crespo jugaba a las cartas, Aimar miraba películas y Abbondanzieri se mataba en el billar con Ayala. En 2009, después de haber ganado la Champions con el Barça, jugó un partido en Rosario contra el campeón de un torneo a beneficio.

En un principio, el Messi real fue muy autocrítico con el virtual: “El de la Play es un morfón. Juegan todos para mí y no se la toco a nadie. Cuando se come algún gol o hace alguna cagada, lo puteo”, dijo en su momento. En Konami atendieron sus reclamos y le dieron el gusto. Después de probar el PES 2010 para Play 3, claudicó: “Ahora puedo hacer cosas que en la cancha son difíciles. Manejándolo yo, creo que el Messi de la Play es mucho mejor”.

El Pro Evolution 2011 (o Winning Eleven 14) saldrá a la venta el 22 de noviembre y, como siempre, se rumorea que será la última versión para Play 2 ante el interés por volcar todos los esfuerzos en consolas como Play 3 o Xbox 360. En la Argentina, el PES es uno de los títulos más vendidos, según admite Eduardo Goyhman de Synergex (la empresa que distribuye el juego). Al igual que en la industria discográfica, el mercado gamer también sucumbe ante la piratería. “Por cada original se venden nueve copias piratas”, reconoce Goyhman, aunque la comercialización local sigue siendo redituable. Los fanáticos argentinos deberán recurrir a las versiones apócrifas para jugar la liga local, aunque Konami ya tiró un guiño anticipando que incluirá en el PES 2011 la posibilidad de jugar la Copa Libertadores con equipos latinoamericanos.