LOS NUMEROS DE UN FENOMENO POPULAR
Por goleada
Una rápida revisión a la concurrencia de público a los recitales de los tres grandes referentes del rock barrial, sólo durante el 2001, ofrece resultados contundentes: Los Redondos tocaron para 40 mil personas en Córdoba y para 30 mil en Uruguay; La Renga convocó a 30 mil fans en Huracán, 20 mil en Obras (¡sin publicidad!) y 13 mil en La Plata; y Los Piojos reunieron 75 mil espectadores entre Atlanta y Huracán, además de 15 mil en La Plata, 9 mil en Mar del Plata, 7 mil en Villa Gesell, 7 mil en Chascomús, y alrededor de 30 mil en su gira por San Juan, Mendoza, Santa Fe, Comodoro Rivadavia, Neuquén, Córdoba, Olavarría y Bahía Blanca. Cómputos finales rock chabón 2001: unos 270 mil espectadores –chabón más, minita menos– sólo entre ricoteros, rengueros y piojosos. Cifra a la que podrían añadirse los 20 mil de Cosquín Rock (donde Los Piojos, Divididos, Las Pelotas y Bersuit fueron los números principales), y los respectivos Obras de Bersuit y Divididos. En el año en que la industria discográfica se desmoronó, el rock barrial se consolidó como fenómeno de shows en vivo. No por nada los conciertos de Los Redondos institucionalizaron el “ir igual aunque no tengas entrada”: un show puede más que la crisis, ocupa el lugar del piquete, de la asamblea popular, al menos para los espíritus rockeros. El “espíritu en vivo” del rock chabón también se trasladó a la edición de discos, aunque en el caso de los tres grandes el misterio rodea las cifras de copias vendidas: Insoportablemente vivo fue un éxito e hizo punta en la venta de CDs en quioscos, y son inminentes las apariciones de Ritual II, segundo disco en vivo de Los Piojos, y de De la cabeza con Bersuit Vergarabat, también en directo.