Domingo, 10 de enero de 2016 | Hoy
INEVITABLES
Se estrena Dos… lo que se disuelve, una nueva creación de Dana Frígoli y Sergio Falcón para la prestigiosa compañía DNI Tango. Un espectáculo de danza-teatro de fuerte raíz tanguera, con apertura a otros géneros. La potencia coreográfica de los cuadros es la base para que en ellos se anude la palabra, la música y el silencio. Las imágenes se suceden para sugerir y enhebrar soledades y reencuentros entre un hombre y una mujer. ¿El amor sucede antes o después de ese extraño laberinto? ¿Es un sentimiento o simplemente una palabra equívoca? La compañía DNI, como siempre, se viste y se desviste en la ferocidad sentimental y filosófica del tango. Con coreografía de Dana Frigoli y dramaturgia de Jorge Huertas. Con Dana Frigoli, Adrian Ferreyra, Virginia Cutillo, Jonny Lambert, Juan Pablo Canavire, Sara Westin, Raúl Palladino, Mariana Soler, Marcos Celentano, Chiara Beringuer y elenco.
Viernes a las 23 y sábado a las 21, en El Galpón de Guevara, Guevara 326. Entrada: $200.
Estrenada en 1969 por su autor Guillermo Gentile, fue un espejo de las preocupaciones sociales de toda una generación comprometida en nuestro país. Más de cuarenta años después, se vuelve a poner en escena, con el mismo compromiso que le dio origen. La obra nos enfrenta con la búsqueda de un joven por encontrar su identidad. A lo largo de esta historia Juan, el protagonista, recorrerá un doloroso camino que lo enfrentará con un padre autoritario y un amigo que no tiene donde “caerse muerto”, pero que está lleno de buenas intenciones y de un anhelo por liberar al joven de sus ataduras. Hablemos... es un “cuento” sencillo, lleno de humor y ternura, que toca temas siempre presentes en el mundo de las relaciones humanas como lo son la amistad, el amor, el sexo, la posesión, la hipocresía, la ceguera.
Miércoles a las 21, en Teatro Buenos Aires, Rodriguez Peña 411. Entrada: desde $ 150.
Tres años atrás, cuando Damon Albarn junto a la troupe multiétnica de su Africa Express visitaron Mali, se toparon con Songhoy Blues. Su cantante, Aliou Touré, le pidió una audición al productor del evento, Marc-Antoine Moreau, también manager de Amadou & Mariam. El francés los puso en contacto con Nick Zinner, guitarrista de Yeah Yeah Yeah, y el resto es historia, como se suele decir. El resultado fue el simple “Soubour”, que estelarizó el compilado Africa Express presents Maison des Jeunes (2013), y que también abre el celebrado álbum debut de este cuarteto que se formó cuando sus integrantes se exiliaron en Bamakó, luego de que el islamismo radical tomase el norte del país. Aún cuando su sonido no deja de ser típicamente de Mali, Songhoy Blues suma John Lee Hooker a su Ali Farka Touré, y el resultado es un disco que si bien forma parte naturalmente del estilo considerado como blues del desierto, le agrega una excitacion propia de la juventud de sus integrantes. Infaltable en las listas de los mejores discos del año que acaba de terminar.
“Me gustaba que el disco llevara ese título, que alude a la respiración, a ese aire o silencio que es tan necesario en la música, y que yo pude explorar principalmente en la zambas lentas, pausadas, que tanto me gustan”, explica Juan Falú sobre su flamante trabajo, el primero de estudio después de que una antología y un festival con importantes intérpretes, trazaran recientemente distintos recorridos históricos por la obra de un artista fundamental de la música argentina, un renovador y un clásico. Con veinte temas, doce de ellos inéditos, Como el aire presenta un amplio recorrido rítmico y geográfico que va del vals a la chacarera, de la cueca a la zamba o del gato al choro, con el aporte de Florencia Bernales en canto y de Bárbara Streger en flauta.
La cuarta y última película hasta ahora de Ariel Winograd fue uno de los mayores éxitos de taquilla del cine argentino en el año que acaba de irse. Se trata de una de esas película que captan tendencias sociales de su época, y consiguen hacer algo entretenido y bastante sincero con ellas. En este caso se trata de una generación que ha decidido no reproducirse –los “Sin Hijos” del título— para enfocarse en su trabajo, tener más libertad para viajar y menos compromisos económicos y sentimentales o, sencillamente, porque odian a los niños. Los protagonistas son Gabriel (Diego Peretti), quien está separado hace cuatro años y ha convertido a su hija de ocho años en el centro de su vida, y Vicky (la siempre bella Maribel Verdú), amor platónico de su adolescencia, quien regresa de pronto, transformada ahora en una mujer independiente y desenfadada. Ella le hace saber que no se involucraría por nada del mundo con un hombre con hijos; él, hipnotizado, esconde a su niña. ¿Cuánto puede durar el engaño? Lo que una comedia clásica y sus enredos. El dvd viene con un making of.
Esta no es una novedad: se trata de una película argentina de 1950. Pero vale la pena rescatarla aunque más no sea para llamar la atención sobre una producción que ya casi no puede verse en televisión (ni siquiera es frecuente en el cable especializado en cine nacional), así como sobre las ediciones de films viejos que está haciendo desde hace tiempo el sello Epoca. Una joven obrera, interpretada por Tita Merello, huye de su compañero adicto a la bebida, aterrorizada por los golpes que este le propina, y un carácter que no atempera ni siquiera el nacimiento del hijo. Un carrero boquense, la lleva a su casa. Más tarde se casan y el carrero reconoce al hijo como propio. Será el muchacho quién, 20 años después, resuelva el conflicto entre su padre adoptivo y su padre biológico. La dirección es de Tulio Demicheli y coprotagonizan Santiago Gómez Cou, Raúl del Valle y Tito Alonso, entre otros. El catálogo de clásicos locales puede consultarse en www.emeraldvideo.com.ar.
La nueva película de Stephane Brizé comparte con otro estreno de esta semana –la norteamericana La gran apuesta— un tema: las catástrofes que provoca el capitalismo salvaje. Solo que acá se narran por otros medios y en un plano más íntimo, menos político que en aquél. La loi du marché (“La ley del mercado”) es el título original en francés de esta película realista, centrada en el tema del desempleo, con reminiscencias –tópicas y formales— del cine de los hermanos Dardenne. Su gran y casi exclusivo protagonista es el actor Vincent Lindon, quien interpreta a un hombre que acaba de perder su trabajo y de ingresar en el largo, burocrático, y a menudo humillante recorrido de los caídos del sistema que aun buscan reincorporarse. Pero cuando consigue un empleo firme, su situación se vuelve más comprometida: como responsable de la seguridad de un supermercado, una de sus obligaciones consiste en sospechar de otros, maltratar a clientes y compañeros de trabajo, colaborar para dejar a otros en la misma situación de la que él a duras penas acaba de salir, porque el sistema es tan cínico que reclama la complicidad de sus propias víctimas. Nada sutil, Brizé mantiene el interés durante su compacta extensión de 90 minutos.
Ambientado en medio del histórico episodio de la epidemia de fiebre amarilla que azotó la ciudad de Buenos Aires en 1871, el film de Gonzalo Calzada está protagonizado por un joven sacerdote (Martín Slipak) quien, camino a la capital para asistir a las víctimas de la epidemia, hace una parada en la quinta de su familia en las afueras de Buenos Aires, solo para encontrarse con que todos sus habitantes ya han sido infectados y la casa prácticamente abandonada. Suerte de adaptación de temas que los films y series de zombies y fantasmas recientes volvieron a poner de moda, Resurrección suma puntos con su puesta en escena y sus imaginativos recursos visuales , que no tienen nada que envidiarle a sus símiles internacionales. Acompañan a Slipak, Patricio Contreras, Vando Villamil, Adrián Navarro, Ana Fontán y Lola Ahumada.
El mundo del documental se amplía, aunque un poco en las sombras: los interesados encuentran las novedades en los festivales y también en Internet. Ahora también están las plataformas de streaming –Netflix a la cabeza, pero también Qubit, OnDemand, etc— que, aunque no los exhiben como sus caballitos de batalla, al menos sí los tienen ahí, en sus estanterías menos visibles, pero perfectamente disponibles. Y uno de los grandes exponentes del género en sus últimos tiempos (2013 para ser más precisos) es este, que tuvo su origen en una llamada el 911, para reportar que habían asesinado a una joven, y que el principal sospechoso del crimen era Tilikum, la orca de siete metros y cinco tonelados que vive en cautiverio en el parque SeaWorld de Florida, Estados Unidos. El documental va de este caso inicial a un tema mucho más amplio: el maltrato que sufren estas ballenas de parte de los humanos que las cazan, las entrenan y las explotan, y que sería la explicación de sus ataques en piletas cerradas: ¿venganza? ¿defensa? ¿instinto de supervivencia?. Concientiza, y abruma.
Por Netflix
La videoteca del director sueco Ingmar Bergman contiene un valioso archivo con más de mil quinientos VHS en el que se puede encontrar una ecléctica colección que va de Jurassic Park a Funny Games. Dividido en seis episodios, este documental se mete en vida y obra de este autor que durante muchos años fue considerado “el gran descubrimiento rioplatense”, a través de entrevistas a Francis Ford Coppola, De Niro, Haneke y Scorsese, organizadas alrededor de cada uno de los temas que los realizadores consideran fundamentales en sus films: el miedo, la muerte, y la alienación, para mencionar la zona más trágica de su creación. También hablan otros autores acaso menos esperados, como John Landis, Wes Craven, Zhang Yimou y el insoportable pero siempre cautivante Lars von Trier, invitados a zambullirse en la videoteca.
Esta semana, de lunes a viernes a las 8.45, por I.Sat
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