Domingo, 20 de mayo de 2012 | Hoy
INEVITABLES
Reestrena con nuevo elenco la elogiada pieza de Javier Daulte. Un grupo de científicos desarrolla protocolos de alta tecnología en un laboratorio de punta. Pero un accidente en uno de los experimentos produce una fisura en el espacio-tiempo creando un peligroso acceso a una realidad alternativa. Los riesgos no pueden ser mayores: si no se cierra a tiempo la fisura que conecta ambas realidades, el universo colapsará, con la consecuente desaparición del mundo material. Una comedia de ciencia ficción, donde un elenco integrado por ocho actores debe dar vida a las criaturas que habitan ambas realidades. Con Federico Olivera, Moro Anghileri, Paula Acuña, Héctor Díaz, Laura Paredes, Gerardo Chendo, Andrea Garrote y Julieta Vallina.
Viernes y sábados a las 22.30, Teatro El Cubo, Pje. Zelaya 3053. Entrada: $ 90
Una devota de Eva y una hija no reconocida de Perón son congeladas en el ’52 para despertar luego del año 2000 y poder clonar al mismísimo General. El plan es frustrado por razones poco claras y ellas terminan descongelándose en el 2002, en medio de la filmación de una película de época. Rodeadas por los extras del film, intentarán comprender el mundo entre lecops, saqueos, corralito y asambleas populares. Este material propone al espectador el ejercicio de confrontar dos tiempos de la historia de nuestro país, observar aquellas cosas que funcionan como continuidades y la posibilidad de pensar el pasado reciente y trágico como comedia. Una manera de exorcizar esos fantasmas. Puro Papel Pintado es el resultado de un trabajo de investigación y ensayo realizado por un grupo surgido en Moscú Escuela de Teatro, proyecto pedagógico que dirigen Francisco Lumerman y Lisandro Penelas.
Domingos a las 18.30 en Teatro Anfitrión, Venezuela 3340. Entrada: $ 50
Cuenta la leyenda de este dúo folk que, cuando se conocieron en un taller de compositores de Nashville en el 2009, ambos estaban pensando en dejar la música. Joy Williams había vendido un cuarto de millón de discos como cantante cristiana de rock, y John Paul White estaba harto de perder su tiempo en el country más comercial. Ninguno de los dos esperaba algo de ese taller, y sin embargo ahí empezó una meteórica carrera que cuenta apenas con un disco en vivo, un EP y un álbum debut en estudio que se terminó llevando dos premios en la última gala de los Grammy. Contando entre sus fans nada menos que a Adele, pero también a Roseanne Cash, Rick Rubin o Boy George, entre otros, la música de The Civil Wars es delicada, emotiva y oscura. La festejada edición local de Barton Hollow cuenta con media docena de bonus, que bien podrían calificar casi como un EP extra, incluyendo versiones de “Billie Jean” (Michael Jackson) y “Dance Me to The End of Love” (Leonard Cohen).
Si el tema que abre su flamante segundo disco demuestra que este cuarteto platense se siente cómodo entre El Mató y los 107 Faunos, para el track siguiente –el pegadizo y encantador “Pequeña Napoleón”– queda claro que sus referencias indie se saben alejar de la ciudad de las diagonales. Para quienes quieran explorar la obra previa del grupo, tanto su debut del 2009 como el contundente simple que editaron el año pasado –ambos agotados– se pueden descargar gratis en valentinylosvolcanes.bandcamp.com
Treinta años después del estreno de un superclásico de John Carpenter que se mantenía perfectamente efectivo, llega su remake. En verdad, el film de Carpenter ya era una remake de otro dirigido por Christian Nyby, basado en un cuento de John Wood Campbell Jr. Pero ocurre que aquel film de los ‘50 sí ameritaba un aggiornamento, en tanto la realidad había superado a la ciencia ficción entre la posguerra y los ‘80. Y en rigor, también, debe decirse que esta versión 2011 que llega directo al dvd, dirigida por el holandés Matthijs van Heijningen Jr., viene con un truco: no se trata de una remake sin más sino de una precuela que narra lo que se supone que pasa inmediatamente antes de aquel temible e inolvidable comienzo con el perro en la Antártida de 1982. El resto es casi un calco, repitiendo situaciones, cambiando a Kurt Russell por una chica y poco más. Su apego a aquella gran película sobre un bicho alienígena que extermina a sus víctimas mimetizándose con ellas es total, e incluso sus efectos especiales y su montaje reniegan de la velocidad adolescente a la que han sido sometidas casi todas las otras remakes de la obra carpenteriana. Hecha la advertencia, vale la pena.
Cuando Koko, el cachorro “rojo”, llega por primera vez al polvoriento pueblo minero de Dampier en el oeste australiano, en 1971, es un animal silvestre, independiente, sin amo ni hogar, pero dispuesto a irse con cualquier humano que admita su compañía. Esto es hasta que conoce al norteamericano John (Josh Lucas), colectivero y laburante, e inician una amistad inquebrantable. Lo que eleva a esta pequeña producción australiana es la fotografía de su vasta escenografía natural, así como el inteligente retrato de la comunidad minera, tomado en parte de un libro (de Louis de Bernières, autor de –a no asustarse– La mandolina del capitán Corelli) que se basa en una historia real.
Protagonizada casi exclusivamente por Vincent Gallo como un soldado talibán (presunto: no hay mucha información sobre ninguno de los protagonistas) capturado por soldados norteamericanos, torturado y dado a la fuga en algún paraje helado, boscoso y especialmente inhóspito de Europa del Este, la última película del director Jerzy Skolimowski narra esencialmente la cacería, la persecución infinita de este hombre movido por un instinto de supervivencia salvaje. Perteneciente a la politizada generación de cineastas polacos que creció durante la guerra y renovó el cine de su país en los ‘60, Skolimowski obtiene a partir de una premisa argumental sencilla, mínima, una sucesión de imágenes sugestivas, una experiencia sensorial al borde de la abstracción.
Tras el breve paso por los cines de la extraordinaria versión dirigida por el sueco Tomas Alfredson y con Gary Oldman como Smiley, se recupera esta excelente miniserie inglesa que a fines de los ‘70 protagonizó Alec Guinness, sobre la misma novela de John Le Carré (Tinker Taylor Soldier Spy, 1974). Producida por la BBC en 1979, cuando la Guerra Fría aún seguía su peligroso curso, fue una de las más logradas adaptaciones de las novelas protagonizadas por este oscuro e inteligente funcionario del servicio de espionaje inglés, convocado en este caso para la que parece su última misión: encontrar al “topo”, el infiltrado soviético en la organización. Arrancó esta semana y aún quedan seis de los siete (de 45 minutos cada uno, y con subtítulos), para ver a lo largo de lo que resta de mayo y junio. Entrada gratis.
Jueves y viernes a las 18,en el BAC, Suipacha 1333
En seis episodios, esta nueva serie de divulgación científica explora la investigación forense, asunto de moda en la ficción televisiva norteamericana a través de programas como CSI. Cada episodio se centra en una disciplina distinta: análisis de ADN, toxicología, antropología, dactiloscopia, tipología de delincuentes y balística. Entre los elementos clásicos del relato detectivesco clásico y los del documental didáctico, el programa arranca con el capítulo “Huellas digitales”, en el que la producción llega a la Argentina siguiendo los pasos de un asesino serial de niños que cambió para siempre la metodología investigativa. “Si bien desde hace tiempo se las ha reconocido como únicas en cada persona, no fue hasta el siglo XIX que unos investigadores en una zona rural en este país advirtieron que el diseño exclusivo de una huella digital podía ayudarlos a resolver el brutal asesinato de dos nenes”, indica la sinopsis del episodio piloto. Riguroso y divertido a la vez.
Martes a las 21, por Nat Geo
Estrenada en 1972, hace exactamente cuarenta años, esta serie de culto protagonizada por David Carradine como el solitario Kwai Chang Caine vuelve a la pantalla sin saltearse –como lo hacen a menudo las repeticiones– el capítulo cero, el origen de todo. Acá es donde empieza el camino errabundo de este chino-americano de “pocas y profundas palabras”, que se rige por el código de la no-violencia pero al que los problemas parecen acercarse sin descanso, y debe utilizar su arte cuando no le queda otra. Acción, aventura y bastante de western: el regreso del pequeño saltamontes.
Desde el 22 de mayo, los martes y jueves a las 19. Hoy episodio piloto a las 20, por TCM
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