Domingo, 17 de febrero de 2013 | Hoy
INEVITABLES
Dos amigos están enamorados de una misma mujer, ciertamente esquiva, y no lo saben. Divagan sobre una historia para una telenovela que deben entregar en un plazo perentorio mientras suena de fondo una melodía insistente, la de una canción relacionada con una epifanía que acomodará un tablero bastante desordenado. Dos amigos muy amigos que tal vez pronto dejen de serlo. Con Juan Manuel Altamirano y Santiago Fondevila. Música realizada por Santiago Motorizado. Escrita por Alejandro Lingenti. Dirección de Lingenti y Laura López Moyano.
Viernes a las 23 en Elefante Club de teatro, Guardia Vieja 4257. Entradas: $ 40.
Simpatía significa, entre de otras cosas, “sufrir juntos” y el sufrimiento, muchas veces, es una manifestación frente al cambio. Algunas personas tienen la habilidad o el defecto de transformar estas situaciones dolorosas en verdaderas escenas casi grotescas. Simpatía, de Hernán Morán, es eso: una comedia liviana sobre gatitos, amor y muerte. Una gatita atigrada gris irá atravesando tres historias de manera directa e indirecta como único testigo de los cambios y transformaciones de los protagonistas de este tríptico. Con dirección de Morán y María Urtubey.
Sábados a las 23, en Abasto Social Club, Yatay 666. Entrada general: $60.
A un lustro de su último disco solista, Tic Tac (2007), uno de los pocos solistas aparecidos en la generación del Nuevo Rock Argentino de los ’90 ha vuelto a las fuentes. No sólo Los Peligrosos Gorriones han vuelto a ser una realidad para Bochatón—además de estar tocando regularmente, no dejan de anunciar la posibilidad de un nuevo disco—, sino que lo mejor de su carrera solista parece resumirse en esta vuelta entera, suerte de giro de 360 grados, que lejos de significar un cambio de estilo lo reafirma en el camino de siempre, pero renovado. Algo que se demuestra en temas como “Amor en el aire”, que recuerda lo mejor de sus primeros discos solistas, mientras que el track que abre y bautiza el disco es Bochatón ciento por ciento desde el riff que manda en el tema hasta el sonido de teclados. Grabado en vivo en el estudio con una banda de lujo —con Fernando Kabusacki en guitarra— incluye ese inesperado tesoro que es “Lorca”, cuya letra está formada a partir de estrofas del gran poeta español, y no sólo no desentona en el repertorio sino que es una de las grandes sorpresas del disco.
Con quince años de carrera, el trío brasileño Autoramas es uno de los indudables animadores de una pequeña, pero vibrante escena latinoamericana de psychobilly. Este quinto disco de estudio del grupo, editado en Brasil gracias al crowdfunding, reafirma su panamericanismo al incluir una versión de “Maquina”, de sus colegas y amigos uruguayos The Supersónicos, e incluso un tema cantado en castellano, “Verdugo”. Para el cierre, una deliciosa versión instrumental y apropidamente adaptada de “Blue Monday”, de New Order.
Basada en una parte del best-seller que indaga en la decisión del senador republicano John McCain de convertir a Sarah Palin en su compañera de fórmula para la campaña presidencial de 2008, ésta es la película hecha para la televisión que en los últimos meses se quedó con los mayores premios en su rubro tanto en los Emmy como en los Globo de Oro. Antiabortista con un hijo en el frente en Medio Oriente, la señora Palin aparece interpretada por Julianne Moore como una madre devota y una fiera contendiente política, sin embargo, la gobernadora ha dicho que no valía la pena ver esta producción de HBO, razón de más para darle una oportunidad ahora que llega a los videoclubes. Su historia está narrada desde el punto de vista de los miembros del equipo de la protagonista, notables personajes que dan lugar a actuaciones igualmente notables de Ed Harris (como McCain), Woody Harrelson (como el feroz estratega de McCain, Steve Schmidt) y Sarah Paulson. Dirigida por Jay Roach (Austin Powers), no es tan divertida como la parodia que Tina Fey hizo de Palin en Saturday Night Live, pero es la segunda mejor manera de acercarse a esta temible presidenciable de la Norteamérica más conservadora.
Snow Flower and the Secret Fan es el título original de la última película de Wayne Wang, un autor que viene pendulando entre producciones pequeñas pero valiosas y grandes bobadas, y que acá hace equilibrio entre ambos modelos, con un melodrama denso, de múltiples líneas narrativas y considerables (aunque no siempre satisfechas) ambiciones. La historia se reparte en dos tiempos: en el presente, Nina (Li Bingbin) sale corriendo hasta el hospital cuando su amiga de toda la vida, Sophia (Gianna Jun), queda internada en coma tras un accidente vial. En el siglo XIX, el relato sigue a las mismas dos chicas replicando la relación entre sus respectivas antecesoras. Un truco argumental que Wang utiliza para retratar, por medio de los elementos propios de la fábula sentimental clásica, el papel de la mujer en la sociedad china.
Los mejores botones de esta extraña disciplina deportiva que es el fútbol-con-botones —botones como los de la ropa, como los que cierran el abrigo—, los “cracks” del título son bautizados por sus usuarios con los nombres de estrellas del fútbol “de verdad”. Así de chiflado es todo el asunto, aunque la dirección sensible y sensata de los realizadores debutantes Daniel Casadé y Edgardo Dieleke nos guía con naturalidad por este universo de gente que compite, de verdad, en esta suerte de metegol. Lo más raro es comprobar que entre sus practicantes hay dos personajes célebres: los veteranos periodistas, viejos amigos, y grandes bebedores de bebidas espirituosas, Rómulo Berruti y Alfredo Serra. El primero es el crítico de cine conocido por toda una generación por el clásico televisivo Función privada, que conducía junto a Carlos Morelli, alrededor de una mesa apropiadamente munida de alcohol. El otro, un reportero de Crítica y Crónica, ex corresponsal de guerra y actual redactor jefe de la revista Gente. Ambos son, además de apasionados de los botones, jugadores, grandes conversadores y contadores de anécdotas, las cuales constituyen el auténtico corazón de este documental lleno de humor e inteligencia.
En distintos horarios en Artecinema y Gaumont y todos los jueves de febrero a las 20, en el Malba.
La gran tapada de las excesivas nueve nominadas al Oscar a mejor película es esta ópera prima filmada por apenas dos millones de dólares, y ambientada en una zona del Delta de Luisiana conocido como La bañadera, hogar de todo tipo de maravillas, entre ellas cocodrilos, serpientes y mosquitos. Film siempre en el polémico filo del realismo mágico, Beasts of the Southern Wild es una obra llena de revelaciones, empezando por la de la precoz Quvenzhané Wallis, la nena que se hace cargo de su propia vida y de la de su padre en un medio hostil. Katrina y la debacle económica norteamericana son los monstruosos escenarios que le sirven de contexto a esta fábula: tal vez sea motivo de irritación para muchos, pero como señaló el crítico del The New Yorker, es probable que ninguna otra película haya conseguido narrar semejantes desastres con un espíritu así de imaginativo y fantástico.
La vida del ex agente del FBI Ryan Hardy quedó prácticamente arruinada por la larga persecución del carismático asesino serial Joe Carroll. Criminal demoníaco, Carroll fue atrapado y enviado a prisión, pero Hardy (Kevin Bacon, que se suma a las huestes de estrellas de cine volcadas a la televisión) ya no consigue hacer otra cosa que sobrevivir, entre arrepentimientos y tragos de vodka. Así lo encontramos al comienzo de esta nueva serie producida por Kevin Williamson (el guionista de la saga Scream). Enseguida, el ex profesor universitario Carroll escapa, y Hardy se ve obligado a entrar una vez más en acción, sólo que ahora el desafío es mayor. Porque incluso cuando consigue volver a meter a su némesis tras las rejas, todos los psicóticos seguidores de Carroll siguen sueltos por ahí completando la obra maléfica de su mentor: crímenes inspirados en la obra de Edgar Allan Poe. A pesar de todo lo que tiene de ya visto, el duelo entre estas dos efectivas estrellas al borde de la clase B sostiene todo el asunto lo suficiente como para mantener el interés una temporada entera (e incluso más).
Desde el 21 de febrero, los jueves a las 23, por Warner Channel.
Antes de Poder sin límites, la notable película sobre el grupo de chicos comunes que adquieren de golpe superpoderes, ya existía esta serie inglesa sobre un grupo de chicos y chicas que, tormenta eléctrica mediante, adquieren grandes habilidades. Y que, con un poco de sentido común, deciden que ya hay demasiados superhéroes en la cultura popular actual, y se hacen la pregunta que se haría cualquiera en su situación: ¿qué tal si uso estos superpoderes en mi beneficio? Hay un muchacho invisible, otro que puede rebobinar el tiempo, una telépata, y una que contagia su ardiente ninfomanía (¡!) al mero tacto. Ya se podía ver por Film & Arts, pero ahora está la posibilidad de arrancar de cero por el canal más indie del cable.
Lunes, a la 0.30 (madrugada del martes), por I.Sat.
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