Domingo, 31 de marzo de 2013 | Hoy
INEVITABLES
Luego de Rosa Mística, que estuvo en cartel entre 2009 y 2011, Ignacio Apolo presenta su último espectáculo, una obra en la cual participa como autor, director y también como actor. La pieza narra las historias de cuatro protagonistas que poseen breves tramas autónomas. Las historias se cruzan, se confunden y un personaje ya no es el mismo en la historia del otro. Los espacios se vinculan, las palabras y las cosas transmutan su sentido de una historia a la otra, construyendo en la causalidad mágica (literaria, teatral) un universo coherente. O, como explica el autor, “una indagación sobre la reiteración y la rima adulterada, el infinito fractal de palabras del océano de lo inconsciente”.
Los jueves, a las 21, en Sala Machado, Antonio Machado 617. Entradas: $ 50.
El espectáculo de danza creado por Leticia Manzur, que va por su segunda temporada, es una indagación sobre la capacidad del cuerpo de sumergirse en lo inconsciente. La pieza ahonda en la exploración de la danza como lenguaje poético y simbólico y como medio de contacto con el propio infinito, en una estructura cíclica y zodiacal. A partir de esta búsqueda hacia lo no conocido se despliega en escena la idea de un viaje iniciático en el cual “el héroe” debe enfrentarse a las fuerzas de la oscuridad para ir al encuentro de la totalidad. Tiene música de Alejandro Terán y Manuel Schaller y la dirección es compartida por la intérprete con Elisa Carricajo y Bárbara Hang.
A las 23, en Espacio Callejón, Humahuaca 3759. Entrada: $ 60.
Con la sorpresiva inclusión del nombre de Facundo Cabral entre las dedicatorias del disco –junto a Bert Jansch y Terry Callier, entre otros–, Mala es el regreso de Devendra Banhart a las fuentes. O al menos ese era su deseo, según confesó durante su última visita porteña. Después de los excesos de su anterior opus, What will we be (2009), Devendra quería volver a lo básico, en realidad, y para Mala se rodeó de un cerrado grupo de cómplices que le permiten seguir floreciendo como compositor e intérprete. Nada de regreso a las fuentes entonces, ningún freak-folk revisitado, sino que el resultado es un puñado ecléctico de sólidas canciones, entre las que destacan “Won’t you come over”, compuesta con su productor Noah Georgeson, y la hermosísima y sin tiempo “Mi negrita”, cantada en castellano, que asegura: “Mi amor no tiene esperanza/ aunque te esperará”.
Con producción de Sergio Chotsourian, ex Natas y actualmente en Ararat, este power trío del oeste del Gran Buenos Aires anuncia influencias de Color Humano o Manal, pero lo que se escucha es White Stripes o Black Keys. El signo de los tiempos, después de todo. De los tiempos circulares, claro. Un medio ambiente ideal para su mugriento y vengativo punk–blues garajero, con temas bautizados como “Jamás creíste que lo haría” o “¿Por qué he llegado aquí?”.
Luján, Los actos cotidianos y Al final la vida sigue, igual: tres películas “unidas” como un cuadro en tres paneles, según las define el crítico Quintín en el libro que acompaña su edición en dvd, meses después de estreno en el Cosmos. Unidas, pero no como capítulos de una trilogía, ni temáticamente ni por sus personajes, sino por la precisión y la intensidad de su trabajo fotográfico, de un tono y una densidad pictóricos. A Luján le da título su protagonista, un hombre mayor, con 14 hijos con los cuales ya casi no tiene contacto, y cuyos días transcurren en buena medida en la casa de una vecina (a pesar de la rabiosa oposición del marido de ésta). Las imágenes descascaradas de las casas de barrio se convierten en una imagen esencial del tríptico de este autor que –con más de veinte años de carrera y más de veinte películas, siempre dispuesto a disputar la paternidad del cine más radicalmente independiente argentino– se propone filmar cada vez más, dice, sobre “cosas que forman parte de la vida verdadera”. Son tres discos con extras y un encantador librito de tapa dura con textos, anotaciones del director hechas a mano y con faltas de ortografía, sobre las que dice: “Porque así lo siento, y está bueno hacer lo que uno siente”.
Estreno directo al dvd sin pasar por los cines, esta remake del musical de 1976 de Sam O’Steen muda a su trío protagónico de súper estrellas de la canción de Harlem a Detroit (hogar del sello Motown) y pone el foco de manera mucho más explícita y aguda en sus temas más esenciales: la liberación femenina y la discriminación racial en EE.UU. de los ’60. En la que fue su última actuación, Whitney Houston encarna a una matriarca dura de pelar que se suelta emocionalmente cuando entona un himno religioso, sin dudas lo mejor de un film con varios grandes números musicales, una mezcla de los temas originales de Curtis Mayfield y los agregados de R. Kelly.
Ocho de los films imprescindibles de una de las bandas de comediantes más importantes de la historia del cine cómico: Los Hermanos Marx. Como no necesitan presentación, a los títulos: se verá, entre otros, El conflicto de los Marx (Animal Crackers, 1930: se da hoy), en el que Groucho interpreta a un gran explorador recién llegado de una expedición africana, quien pronuncia una de esas frases del bigotudo que hoy son clásicas: “Es usted la mujer más bella que he visto en mi vida... lo cual no dice mucho en su favor”. Tras los feriados, Polizones y polizontes (Monkey Business; 1931, en la que los hermanos se convierten en guardaespaldas de dos gangsters a bordo de un trasatlántico; Plumas de caballo (1932); Sopa de ganso (Duck Soup, 1933, soberbia parodia del poder político ambientada en ¡la República Democrática de Freedonia!); Una noche en la ópera (1935) y Un día en las carreras (1937). En copias digitales, con excepción de Una noche en Casablanca, que cierra el ciclo en 35mm. Más información en: www.teatrosanmartin.com.ar
Hasta el martes 9 de abril, en la sala Lugones, Av. Corrientes 1530.
A modo de cierre del ciclo “Filmoteca en vivo: el cine que no existe más”, podrán verse esta noche, una atrás de la otra, dos películas enormes. Primero, la más conocida Una mujer bajo influencia (1974), de John Cassavetes, con Peter Falk y Gena Rowlands, notable estudio de los modos de la alienación moderna, narrado, como suele hacerlo el director, con un talento único para las escenas de la más auténtica y profunda intimidad. A continuación, La mujer poseída (Possession, Francia/Alemania, 1981) de Andrzej Zulawski, con Isabelle Adjani y Sam Neill: un film excesivo, que, como bien señala el programa de la Filmoteca, constituye “una de las descripciones más demenciales y violentas que se hayan hecho sobre la separación de una pareja”. Muy censurada en su momento, acá se puede ver completa.
Hoy a las 20 y 22.15, en el Malba, Av. Figueroa Alcorta 3415.
No es El Superagente 86 británico, pero sí, podría decirse, aspira a ser una de las parodias al mundo del recontraespionaje más divertidas de la televisión contemporánea. En el primer episodio -–que se estrena el próximo viernes 5-– conocemos al atribulado protagonista Tim (el actor Darren Boyd, de largo prontuario televisivo), recién separado, devenido padre soltero y desvinculado de su laburo en un local de servicios de informática, quien camino a una entrevista de trabajo en un edificio del gobierno –en Westminster, nada menos–, se pierde en los laberintos (del sistema) y termina convertido en un improbable agente del MI5. A Boyd lo acompañan en esta creación del guionista Simeon Goulden (Secret Diary of a Call Girl) Jude Wright (como su hijo Marcus), Dolly Wells (la ex), Rosie Cavaliero (la terapeuta) y Rebecka Staton (la chica espía), y Robert Lindsay como El Jefe, porque claro, como Maxwell Smart, también tiene un Jefe.
Viernes a las 21.30 por Film & Arts
Y otra del mismo canal, que se encuentra en plena temporada de estrenos. Tras 12 años en la cárcel por un crimen que no cometió, el ex policía Charlie Crews sale convertido en un hombre nuevo: con ganas de vengarse de quienes le hicieron la cama, por supuesto, pero también con una nueva capacidad para dominar sus impulsos más violentos, obtenida de... la fe budista. Reinsertado en la fuerza, hace pareja con la agente Dani Reese (Sarah Shahi) con quien se aboca a casos más bien oscuros, mientras se pregunta –esto es una serie de canas pero moderna, después de todo– sobre su pertenencia a la fuerza de la ley.
Desde el miércoles 3 de abril, los miércoles a las 22, por Film & Arts
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