Para celebrar su 36 aniversario, una empresa de juguetes sexuales bautizada Good Vibrations –como el mítico tema de los Beach Boys–, de San Francisco, Estados Unidos, tuvo la “artística” idea de armar un concurso que, bajo el evocativo nombre Bling My Vibe (algo así como “Tunear mi vibrador”), convocó al público a volcar su creatividad sobre uno de sus modelos más sencillos, el consolador Smoothie.

Usándolo como lienzo en blanco, los interesados en el Do It Yourself artesanal tuvieron la chance de intervenirlo a piacere y, según a Camilla Lombard, vocera de la firma, con posibilidades infinitas. Porque, claro, no sólo se podía pintar el objeto, también coserle un trajecito, hacer découpage, ponerle brillos, en fin, toda la variedad.

Entre los diseños más destacados, que fueron premiados el pasado viernes con canastas de productos, algunos resaltaron a la vista. Porque fuera por el pulpo hecho a base de cuentas, por las peculiares Tortugas Ninjas versión XXX o la familia Conehead completita, algo es seguro: no faltó imaginación. Tampoco faltaron diamantes y piedras preciosas en ejemplares que, esperemos, sólo tengan un uso decorativo.