Domingo, 27 de diciembre de 2015 | Hoy
SALí
Por Rodolfo Reich
Una barra pequeña, un salón ídem y tres o cuatro mesas en la calle. Tan sólo eso es On Tap, nuevo bar abierto hace unos meses en Palermo Hollywood. Pero, en realidad, hay algo más detrás de On Tap: nada menos que veinte maravillosas canillas, sirviendo cervezas artesanales elaboradas en exclusiva por microcervecerías locales. Todas elegidas a conciencia, desde las lupuladas India Pale Ale a fresquísimas Golden pasando por ahumadas, de trigo, stouts, barley wine y más, mucho más. Si a esto se suma un happy hour generoso (la pinta a $40, luego vale $55) y rica comida, el resultado queda a la vista: con sus mesas siempre llenas y decenas de clientes de pie en la vereda con vaso mano, On Tap ya se ganó su lugar en Buenos Aires.
Una de las peculiaridades de On Tap es que las 20 cervezas que se sirven son rotativas: apenas un barril se acaba, lo suplanta otro, que puede ser de otra marca y estilo. Así, es posible beber las stouts de Grunge o de Broeders (ambas bien distintas), seguir con una Beata American IPA, pasar luego a una Schäferhund Dubbel y terminar con la Cheverry Blonde, esa última entre las más suaves de la casa. O, apostar por una sidra tirada, la maravillosa Hoppy Cider de Crafter, que aprovecha su locación en Cipolletti para rendir merecido homenaje a las famosas manzanas patagónicas. Pero esta enumeración no es más que un ejemplo fugaz: cada visita a On Tap es una oportunidad para descubrir nuevos sabores.
Para comer, hamburguesas generosas (“quien dice paty no come”, advierte la pizarra), incluyendo una contundente versión vegetariana (todas rondan los $90), pero tal vez lo mejor sea el pollo frito en tempura de cerveza, con tabasco y semillas, ideal para comer con la mano ($70 para uno, $120 la porción doble). Papas fritas, nachos y algunos (ricos) vinos y tragos completan la propuesta.
On Tap demuestra que alcanza con una buena idea y verdadera pasión por la cerveza para destacar en un polo gastronómico siempre repleto de competencia.
On Tap queda en Costa Rica 5527. Teléfono: 3016-2863. Horario de atención: martes a domingos, de 18 al cierre. Happy hour: de 18 a 20.30.
No sólo cada día inauguran nuevos bares cerveceros en Buenos Aires, sino que además lo hacen en los lugares menos esperados, lejos de los polos gastronómicos imperantes. Uno de los mejores ejemplos es El Fermentador, flamante bar -todavía huele a pintura fresca- que inauguró hace dos semanas en una escondida esquina de Caballito Norte, entre casas bajas, calles empedradas y grandes árboles (paraísos, fresnos). Detrás de esta apertura está Duilio Costantini, el mismo que en 2003 abrió junto a unos socios el primer Cossab, y que ahora -con un socio distinto- suma su segunda apuesta cervecera. “En todos los barrios hay gente que quiere tomar una buena cerveza artesanal, sin tener que irse hasta Palermo. Cuando abrimos Cossab, tuve la idea de hacerlo en Boedo. Ahora encontré esta esquina y me gustó”, explica.
El lugar es una casona tradicional del barrio, con dos salones contiguos, una amplia barra y un pequeño living en un primer piso. Pronto, aseguran, inaugurarán las mesas en la vereda. Y para un futuro, imaginan una segunda barra en la enorme terraza a cielo abierto.
La propuesta de El Fermentador es clásica y bien pensada: 10 canillas de cerveza tirada distribuidas entre tres marcas (stout, pale ale y pilsner de Gambrinus; doppel, october, red y miel de Buko; scotch, IPA y rubia de Kingstone, todas a $50 la pinta) y típica comida de bar: papas fritas en varias versiones (muy buenas las rústicas), pinchos de pollo o barbacoa, pizzas correctas, rabas crocantes, sándwiches y hamburguesas caseras. Las cervezas son tratadas con respeto, guardadas (incluso las de depósito) en cámara refrigerada, de donde van directo a sus respectivas canillas, asegurando buena conservación y temperatura de servicio. “Tenemos canillas preparadas para servir las Gambrinus nitrogenadas, para que tomen esa consistencia similar a las irlandesas Guinness y Kilkenny”, explica Duilio.
Lejos de los reflectores, pero cerca de sus vecinos, El Fermentador demuestra que el furor cervecero va más allá de los límites de la moda.
El Fermentador queda en Méndez de Andes 1398. Teléfono: 6598-2927. Horario de apertura: miércoles a domingo, de 19 al cierre.
“Es algo que se ve hoy en todo el mundo: lugares rústicos pero con calidad en lo que ofrecen”, explica Fernando Iglesias Molli, socio minoritario de Francis Platz, una de las más nuevas aperturas en Núñez. Fernando es arquitecto y estuvo a cargo de la obra. El lugar exuda juventud: música a buen volumen, ladrillos a la vista, barra de chapa, mesas comunitarias y un pequeño patio adelante, que es lo primero en llenarse. Todas las paredes están escritas con diversas frases, desde reflexiones en inglés a enumeraciones de distintos Francis (y Franciscos) del mundo, sea Mallmann, el Papa o Bacon. El sistema es self service: se paga en la barra y llaman por nombre cuando el pedido está listo.
El fuerte de Francis Platz son sus siete variedades de hamburguesa (más una octava de soja), hechas a base de bife de chorizo. Dos ejemplos: la Criolla lleva provolone, rúcula, chorizo colorado, tomate y lechuga, mientras que la mexicana apuesta por el queso sardo, huevo, cebolla caramelizada, lechuga y tomate. Contundentes y originales, conviene intentar pedirlas jugosas: siendo el bife de chorizo una carne poco grasa (a diferencia del roast beef, el corte más utilizado hoy por las hamburgueserías), si se cocinan de más quedan secas.
Para beber, ofrecen dos marcas de cerveza artesanal (Bierhaus y Don Santiago de Ortúzar), incluyendo seis estilos. Recomendada la Altbier de Don Santiago, que tiene buen cuerpo y un nivel de amargo bien presente. Las hamburguesas valen $80, las fritas $40 (con salsa a elección) y la cerveza desde $40 los 330ml hasta $100 el litro. También hay combos: cerveza, papas y una pinta, a $150. Un detalle a mejorar: los vasos de plástico.
Entre la vía del tren y Av. Del Libertador, Núñez se está convirtiendo en un pujante polo gastronómico, aprovechando la proliferación de torres de los últimos años. Pero más allá de una oferta creciente, no había ninguna propuesta como la de Francis Platz: ambiente relajado y fast food casero y artesanal. El barrio, agradecido.
Francis Platz queda en Quesada 1892. Teléfono: 3481-0886. Horario de atención: lunes a viernes de 17 a 1. Sábados y domingos, de 12 a 1. Happy hour (muy generoso 2x1) de 17 a 20.
Fotos: Pablo Mehanna
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