Domingo, 22 de mayo de 2016 | Hoy
SALí
Por Sebastián Laffaye
En el cruce de Estados Unidos y Balcarce está Café Rivas, bellísimo bar de esquina con ya algunos años de vida, mostrando hoy nueva puesta a punto de la mano de Guillermo Blumenkamp, creador también del bar Doppelgänger en el mismo barrio. El salón de Rivas muta con el correr de las horas: por la mañana, la luz entra por los ventanales mientras se despacha café y medialunas; al mediodía llegan los oficinistas, en busca de comida abundante y bien preparada. Por la noche, la iluminación se torna tenue, suman pianista en vivo y logran un ambiente íntimo.
Al mediodía hay un menú que por $155 incluye bebida (por $20 se puede agregar una copa de vino y por otros $20 un postre), que puede ser un guiso de lentejas, pollo con papas españolas y todos los días una opción de pescado del día con verduras grilladas. Excelente relación precio calidad, que los clientes agradecen llenando el local.
Con la caída del sol la carta se agranda, con perlitas imperdibles. Entre ellas, el pulpo, en punto de cocción perfecto, terminado sobre una grilla bien caliente que le aporta un tostado delicioso. A $210, uno de los cefalópodos a mejor precio de la ciudad. Hay también bife jugoso, salmón, pastas, aunque los laureles se los lleve la cazuela de mariscos. Plato bastardeado hasta el infinito, aquí se trata de un muy buen guiso con los bichos cocidos en su punto, sobre la base de un delicioso caldo de factura casera.
Buena variedad de vinos tintos y blancos, con etiquetas para todos los bolsillos. Pero antes de descorchar una botella, vale la pena detenerse en los tragos (todos, $120), con una carta repleta de viejas recetas rescatadas por Guillermo de antiguos manuales dedicados a la mezcla de alcoholes. Sin ninguna modestia, el menú ofrece por ejemplo “13 cócteles de gin que debés beber antes de morir”, con combinaciones maravillosas, incluso arriesgadas, como el Blue Train, con gin, blue curaçao, jugo de limón, azúcar, ananá y extra brut, una delicia. Vale la pena sentarse donde la barra se hace curva para abandonarse en manos del cantinero.
Café Rivas queda en Estados Unidos 302. Teléfono: 4361-5539. Horario de atención: martes a domingo de 9.30 a 24.
Esa zona media, que va de Coghlan a Saavedra y se mimetiza con Villa Urquiza, está desde hace unos años en pleno crecimiento inmobiliario. Así, no extraña que se sumen novedades gastronómicas, entre ellas, la muy reciente apertura de Café Roldán. Una esquina despojada y de aires industriales, con amplios ventanales sobre los parques que enmarcan la Av. Roberto Goyeneche. Si el otoño lo permite, las mesas de la vereda son una buena elección.
Por la mañana se sirven las clásicas medialunas y tostadas, aunque por módicos $95 es posible tomar un verdadero desayuno de campeones con café con leche, pan casero, huevos revueltos con panceta y frutas de estación (hay una opción menos calórica con granola casera y yogurt).
Todos los mediodías se sirve un plato del día con bebida y postre o café que, por $140, incluye por ejemplo alguna pasta casera con hongos de pino y tomates cherry. También, durante el invierno y los días más fríos de otoño, salen tazones de sopa con pan de campo a $65. Hay sandwichería disponible durante todo el día y muy buena pastelería hecha en casa (imperdibles los alfajores de masa sablée rellenos con chocolate amargo y café).
A tono con los tiempos que corren, los fines de semana la casa ofrece, de 11 a 16, un brunch además de lo usual, suma cuatro opciones de principales, entre ellos unos huevos Benedictine, salmón ahumado con huevo poché o una tentadora hamburguesa con panceta, palta y rúcula. El brunch incluye trago del día o copa de vino, postre, todo por $240 (se puede pedir sólo el principal por $135), una ganga teniendo en cuenta la abundancia servida y la calidad de esa abundancia.
Andrea, que prestó su apellido para nombrar el local, tiene una vinería en Villa Urquiza, y aprovecha para vender los vinos a muy buen precio para tomar en el bar, mientras que para llevar se agrega un descuento del 25 por ciento.
Una esquina, múltiples opciones y una linda vista abierta: vale la pena darse una vuelta.
Roldán Bar queda en Holmberg 3201. Teléfono: 4545-7819. Horario de atención: martes a viernes de 8 a 19, sábados y domingos de 9 a 20.
La Bumón es el nuevo proyecto de Santiago Mymicopulo, factótum de Casa Coupage, que abrió sus puertas en enero en una tranquila y amplia esquina de Palermo (sí, quedan algunas). Se trata de una casona antigua, con mesas convenientemente separadas, cocina a la vista, grandes ventanales y un ambiente muy amigable, ideal para la charla extendida.
La cocina se nutre de buen producto, un tema que obsesiona a Santiago: pollos pastoriles, verduras con sabor, carne de vacas alimentadas a pasto. Carta acotada que cambia con las estaciones y disponibilidad de producto, la idea es servir ingredientes cuidados, varios de ellos orgánicos, pero sin colgarse el cartel de ecológico o comida saludable. Tan sólo buena materia prima, preparada con esmero. Y se nota. Ejemplo de ello son los langostinos ($95), servidos con lentejas turcas de perfecto dente; o el huevo poché con espinacas ($85), también en su punto justo. El pescado del día puede ser una corvina ($160), jugosa y muy bien acompañada por un puré de batatas ahumado. La carta suma bife de chorizo, pasta corta con hongos y algún wok con arroz y vegetales. Postres bien golosos y otros más frutales.
Los vinos, obsesión del patrón, son un tema aparte: la cava refrigerada en el subsuelo (que se puede espiar a través del piso transparente de la planta baja) es ideal para eventos pequeños privados, y muestra más de cien etiquetas, muchas de ellas por fuera de carta, guardadas por el propio Santiago y clasificadas por añada. No extraña que ofrezca la opción de acompañar la comida con una degustación sugerida de tres vinos diferentes, o comprar botellas para llevar a precio de vinoteca.
El salón privado del fondo sigue siendo Casa Coupage, con una propuesta propia y distinta a La Bumón: cenas complejas y por pasos, acompañadas por degustaciones de vino, siempre con estricta reserva.
Esquina con varias caras, cafetería durante el día, almuerzos y cenas informales pero con extrema calidad, buenos vinos, precios muy correctos, ambiente relajado. ¿Qué más se puede pedir?
La Bumón queda en Francisco Acuña de Figueroa 1800. Teléfono: 4861-3644. Horario: martes de 17 a 23, miércoles a sábado de 10 a 23 y domingo de 10 a 16.
Fotos: Pablo Mehanna
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