SALí › VACACIONES DE INVIERNO
Por Cecilia Sosa
Mientras las mamis charlan frente a un cortado y una suculenta canasta de brownies y budines caseros, sus angelitos de rulos componen un armonioso mundo multirracial en rompecabezas. Más allá, un bebote engulle su purecito de manzana rallada (sin cáscara) y banana (sin hilos) y el abuelo corretea tras el nieto mayor que se deslumbró ante el xilofón gigante.
La postal, casi imposible (y más aún a una semana cumplida de vacaciones de invierno), es cosa de todos los días en la tienda bar Recursos infantiles, un suspiro de alivio recién estrenado en Palermo.
La tienda, ideada como lugar de encuentro entre grandes y chicos, ofrece deliciosos desayunos, almuerzos y meriendas y los más hermosos juguetes para usar in situ: una granja calesita, rompecabezas, pastas de colores para pintar y hasta un metegol artesanal para batirse a duelo con el nene. Entre estantes y mesas no falta nada: discos, libros, instrumentos musicales, títeres, impresionantes libélulas de metal y hasta un sector boutique donde adquirir los más simpáticos diseños de indumentaria infantil. Y todo único, en un encantador marco verde pálido y con aires nacionalistas.
Aunque es cierto que no faltan las corridas, alguno que otro chillido agudo (y no tanto) y hay veces que alguna disputa por las pinturitas se pone un poco ríspida, todo es reconciliación cuando suena “Adiós nonino” interpretado por violinista, bandoneonista y chelista desde lo alto de la cocina integrada. Además, una chef de 24 años, Vanesa Adín, pone contentos a todos con sus menúes para bebés, chicos y adultos. Papillas, yogures, frutas y chocolatadas, pero también pizzetas, pastas, minitorta de cumpleaños, panqueques y tarta de calabaza para la mamá en plan light.
En Recursos infantiles todo apunta a que el niño tome sus propias decisiones responsables. Entonces no se sorprenda si su párvulo de cinco añitos hace marchar una milanesa con papas fritas para la mesa cuatro.
Recursos infantiles queda en Jorge Luis Borges 1766, 4834-6177, y abre de martes a domingos de 10 a 20.
Por C. S.
Ordeñar vacas, dar la mamadera a los terneritos, andar en pony, ver a los chanchos revolcándose en el barro, hacer pan casero, acariciar conejitos, aprender a ensillar un caballo... ¿La fantasía imposible del niño criado en la gran ciudad? No, no y no. A sólo 47,5 kilómetros del Congreso, camino a Pilar, está La Granja Chocolatada, un paraíso único para que el pequeño urbanita se abrace a un chanchito bebé, se embadurne un poco la cara (y no sólo), pruebe un “salto crazy”, y hasta aproveche para digerir el trauma Cromañón encendiendo algunos simpáticos fuegos mágicos.
Este reino de naturaleza y animales, regido por la máxima nada-para-ver-todo-para-tocar, queda justo al borde de la Panamericana, a 35 minutos de Capital y en un inmenso terreno de 12 mil metros cuadrados lleno de árboles gigantescos, un centenar de animales de pelajes varios y leche chocolatada a granel para todos. La oferta es tan atractiva que mientras las criaturitas corren (¡¡y se cansan!!) por los prados eligiendo a su animal preferido, usted podrá esperar cómodamente instalado ante una buena parrillada, suculentas pastas o algunas de las tortas que se ofrecen en el salón de té. Y para que la delicia de los padres sea completa, la granja cuenta con un staff de guías que cada media hora hacen sonar una campana para recolectar voluntarios para una nueva actividad y hasta se ocupan de entretener a los más benjamines. Relájese: con saludar de lejos alcanza.
Para cerrar una gloriosa tarde al aire libre, a las 16.30 en punto, se abre el telón y empieza Abracajabra, una comedia musical de Pilar Cortese donde una niña debe destronar al embrujo que pretende confinarla a un mundo cibernético. La audacia no queda lejos: súbase al auto, anímesele al tren y deles el gusto a esos angelitos. Ellos lo premiarán yéndose a dormir temprano.
La Granja Chocolatada, Panamericana Km 48, Pilar, 02322-644540. De lunes a domingos de 10 a 19. Entrada: $ 6 (menores de 3 gratis). www.granjachocolatada.com.ar
Por Laura Isola
¿Qué querés ser cuando seas grande? Después de estas vacaciones de invierno, muchos niños agregarán a su interminable lista: director de cine. Es que una de las propuestas del Museo de Arte Latinoamericano es “¡Hacete la película! Cine para chicos” y consiste en participar durante una hora y media de varios de los procesos que hacen los verdaderos realizadores. La actividad necesita de un niño mayor de seis años, por supuesto interesado en el asunto (¿qué pequeño bien estimulado no lo está?), y un mayor que le ponga onda a la tarea. Pero no es puro ver y analizar, sino que los minidirectores podrán filmar algunos minutos y serán, en ese tiempo, los responsables del asunto y su nombre estará en los créditos.
Cambiando de arte, pero no de espacio, Carambola, el espectáculo de Gerardo Hochman, dirigido por Carolina Della Negra e interpretado por el circo La Arena, se presenta también en el Malba. La pista, el equilibrio y los malabares son los tres pilares del sólido edificio que se construye al ritmo de una música hipnótica y alegre. Tiene, como los buenos espectáculos, la capacidad de encantar a todas las edades.
Para despedirse, las visitas participativas por la colección permanente y la exposición Xul Solar hacen que las vacaciones de invierno sean un momento placentero para todos. Hay juegos y actividades didácticas durante el recorrido. En el caso de Xul Solar, casi un artista para chicos, hay una función de títeres con algunos de sus personajes y un taller de plástica para que los pequeños saquen al neocriollo que llevan dentro.
Hacete la película: el lunes 18 y el jueves 21 a las 16 en el Auditorio.
Carambola: todos los sábados y domingos a las 17. Entrada $7 y se adquieren a partir de las 12.
Las visitas participativas: los lunes, jueves y domingos a las 17 para niños de 4 a 10 años, acompañados por un adulto. Entrada $5 y se adquieren una hora antes.
El Malba está en Avda. Figueroa Alcorta 3415.
Por L. I.
La infancia no es un momento maravilloso, tal como se ha querido imponer a fuerza de diminutivos, magia y fantasía. O lo es en otro sentido un poco más filosófico y profundo. Roald Dahl, el autor medio noruego medio galés de literatura infantil, cargó con la tradición de Dickens en el siglo XX y escribió magníficos relatos donde los niños se vuelven inteligentes y felices, una vez que derrotaron a los adultos. De esos libros se hicieron varias películas que estas vacaciones de invierno se pueden ver el BAC, como homenaje a un autor notable y a los niños y su capacidad de elegir cosas de buena calidad: Willy Wonka y la fábrica de chocolate se proyectará el 20 a las 17 con el magnífico Gene Wilder y está basada en Charlie y la fábrica de chocolate y Matilda podrá verse el 22 a 17. Ambas son subtituladas.
Como las vacaciones son largas y la amenaza del aburrimiento se cierne sobre las cabezas como espada de Damocles, el BAC propone y los niños disponen: Un Shakespeare siempre viene bien y Romeo y Julieta, una obra en construcción, de Pablo Di Felice, es un musical adaptado del clásico del Bardo. No es Verona y es un estudio de televisión, aunque ser Romeo y Julieta sigue siendo una cosa difícil de interpretar. Sábados y domingos las 17. Entrada $7.
Vale la pena, antes de salir del variadísimo BAC, recorrer la exposición Mundo Títere, con la Colección del Museo Argentino del Títere: Fundación Mané Bernardo-Sarah Bianchi y comprobar, una vez más, el talento de esta creadora y la maravilla de sus muñecos. De lunes a viernes de 15 a 21 y sábados y domingos de 16 a 19. Entrada libre y gratuita.
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