Domingo, 17 de noviembre de 2013 | Hoy
SALí
Por Sandra Martinez
Una buena comida, ambiente agradable, un rato de tranquilidad. Si se sabe elegir el lugar adecuado, el almuerzo cotidiano puede transformarse en un verdadero momento placentero, un remanso para recuperar fuerzas antes de encarar el resto de la jornada. Y Mesa 524 cumple con todas las condiciones para ser ese lugar.
Con menos de un año de vida, todavía está en la búsqueda de su fórmula ideal. Actualmente el menú se renueva cada semana, asegurando variedad a sus habitués con una propuesta sencilla y lograda. Para empezar, un delicioso pan de molde casero llega tibio a la mesa acompañado con manteca. Luego toca elegir algún plato entre las opciones del momento. Puede ser un salteado de pollo teriyaki, un risotto de calabaza o un ojo de bife con papas asadas. Entre las ensaladas, la César es una fija inamovible y la hamburguesa con tomates secos y queso de cabra, que viene en panes de la casa y con chips de papa, es perfecta para los que busquen algo más contundente. Muchas veces incluyen también un “especial de la semana” que sirven hasta agotar stock, como el curry de pescado o la carne braseada cuatro horas con puré de papas y cebollas crocantes. A la hora de los postres se imponen los clásicos, como el apple crumble, lemon pie o frutas de estación con crema.
Los precios tienen una fórmula fija: el menú principal más postre, con bebida (gaseosa, agua o copa de vino), cuesta $ 75, y el último paso se puede reemplazar por un café Nespresso (o disfrutar ambas cosas por $ 80). Si es para llevar, hay un 25 por ciento de descuento. El servicio es amable y sobre todo muy rápido, un detalle no menor en un horario donde muchas veces resulta imposible el lujo del tiempo. Los domingos, además, ofrecen un completo brunch por $ 130 por persona que trae café o té, jugo de naranja, canasta de panadería casera, yogur con granola, plato del día y pastelería para el final.
Con su salón luminoso, su patio con cerramiento de vidrio y cómodos sillones de ratán, mesas bien espaciadas, vajilla de calidad y buena música, el clima está logrado para disfrutar un mediodía tranquilo y relajado.
Mesa 524 queda en Chile 524, San Telmo. Teléfono: 4362-7318.Horario de atención: martes a viernes de 12 a 19;domingos de 12 a 16. Viernes y sábado por la noche abren sólo con menú degustación ($ 250 sin bebidas).
Como resultado del marketing de la nostalgia, hoy se da una paradoja en la gastronomía porteña: mientras que los almacenes barriales son una especie en extinción, no dejan de aparecer restaurantes que los homenajean. Uno de ellos es Oporto Almacén, que recibe con sus estantes repletos de delis tentadoras, un mostrador de despacho para la rotisería y atención personalizada como herencias “almaceneras”. Pero lejos de caer en el mausoleo vintage, este lugar da un salto al presente con una ambientación que sólo se ve en los blogs de diseño. Detrás de la mezcla de texturas –diferentes maderas, azulejos blancos, papel, cemento– y de la composición de planos que permite que la luz entre desde cada rincón, está la mano del ambientador Horacio Gallo, cuya firma también se descubre en Tegui, Sudestada o La Panadería de Pablo.
En este restaurante que nació como vinoteca con propuesta gastronómica, pero que luego la cocina tomó vida propia y ganó la pulseada, la carta es bien porteña en su versión contemporánea. Hay buñuelos de espinaca con mayonesa ($ 35), matambre con ensalada rusa ($ 35), milanesa a la napolitana con ensalada de rúcula y almendras ($ 65) y pasta italiana con hongos al gratín ($ 65), más las tartas, ensaladas y sándwiches de rigor. Las porciones son abundantes, incluso los postres, como el bizcocho húmedo de chocolate con confit de naranja y mousse.
En el primer piso, un segundo salón se presta por su mayor intimidad para los festejos privados en grupos grandes. Allí sigue la vinoteca y cualquiera de los vinos en exhibición se puede elegir para consumir en la mesa, al mismo precio de góndola y sin costo extra de descorche. Un poco más arriba, la terraza se prepara para la inauguración, que se pronostica para este diciembre.
De la rotisería salen las raciones para llevar o para armar una picada en el lugar. Berenjenas al escabeche ($ 24), reggianito al aceto ($ 20), hongos a la provenzal ($ 27) y vitel toné ($ 32) se pueden acompañar con la limonada con jengibre y salvia, el jugo de maracuyá con menta o, si la tarde no apura, con alguno de los aperitivos de la barra, donde abundan los homenajes a la coctelería clásica, como el Luis Collins o el Clarísimo.
Almacén Oporto queda en 11 de Septiembre 4152.Teléfono: 4701-7434.Horario de atención: todos los días de 9 a 20.
El formato de “restaurante diurno” (que abre del desayuno hasta la merienda) es uno de los más bastardeados en la gastronomía local. Mezcla de referencias entre el deli neoyorquino y el café parisino, suelen ofrecer los mismos platos (de bagels a croissants), pero muchos no logran la calidad prometida en su cocina. Por eso es una alegría entrar a Delicious Café: aquí se puede comer un rico almuerzo en un lugar con onda.
Entre los platos más recomendados está el sándwich de salmón ahumado con queso crema, lemon grass, hojas y brotes en pan de centeno. Las ensaladas merecen una mención especial: lejos de ese decepcionante colchón de hojas donde hay que pescar los escasos ingredientes restantes que se sirve en muchos lugares, las de Delicious tienen como base un mix de verdes y brotes, bien condimentado con aderezos originales, como el aliño de limón y ajo asado, o la vinagreta de ciboulette y se completan con una abundante cantidad de ingredientes. Imperdible la de papines tibios, tomates secos, hongos salteados y queso fontina ($ 62).
Otra opción son las piadinas, plato típico italiano que consiste en una fina masa tipo tortilla de trigo con distintos rellenos, en este caso, por ejemplo, de colita de cuadril a la plancha, panceta, parmesano, aderezo de mostaza a la antigua y hierbas ($ 65), que se sirve con una ensaladita de verdes. Aprovechando el menú ejecutivo, de martes a viernes, se puede comer con bebida por unos $ 60.
Una vitrina exhibe la pastelería de la casa, que tienta con su cheesecake de chocolate blanco y maracuyá ($ 36), su carrot cake ($ 22) o el vasito de tiramisú ($ 35). La carta de bebidas también sorprende con su variedad, desde el granizado de lima limón y menta ($ 28) hasta el batido de frutilla, naranja y maracuyá ($ 32), pasando por el jugo de manzana verde y zanahoria ($ 28).
El lugar se llena rápidamente con los vecinos del barrio que aprovechan el café bien preparado, los enchufes estratégicamente ubicados y la buena señal de Wi-Fi, requisitos indispensables para adoptar un bar como espacio laboral.
Tal vez sean muchos los restaurantes y cafés que hacen algo similar a lo de Delicious Café. Pero no son tantos los que logran platos tan ricos y bien servidos.
Delicious Café queda en Laprida 2015.Teléfono: 4803-1151.Horario de atención: martes a viernes de 9 a 20;sábados y domingos de 10 a 20.
Fotos: Pablo Mehanna
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