El “mate” subroga, encubriendo, la sexualidad
perverso-polimorfa rioplatense. Así
“querés un mate” (invita a fellatio),
“hacerse el mate” (onanismo) o “andar con
el mate por todos lados” (acto exhibicionista). Veamos en
qué radica: a la “cabeza” le dicen mate
y al mate le dicen “porongo”. Obvia
condensación de “cabeza de porongo”.
Sigmund George de Villa Crespo
Por nuestros pensamientos que con dramática
frecuencia nos mantienen en “jaque”.
Obsesivo Cruel, de Paso del Rey
“Cuando me cebás el mate / me pongo de la cabeza,
/ te pido que no te inclines, / pues se te ven las cerezas, / y en el
rozar de las manos/ hasta mis pelos se erectan, / ¿tan sucio
tendré yo el mate / que olvido que sos mi vieja?”
Edipo de La Pampa
En el castillo de Konborg, Dinamarca, vivía un
loquito, que cuando iba de paseo al cementerio le pedía una
calavera al enterrador, la llenaba de acquavit, y al grito de
¡To be or not to be! se la mandaba al buche. Como se estaba
pasando de la raya, el viejo que era rey, importó yerba mate
de Corrientes y acostumbró a su hijo a beber la
infusión con una pajita para que no se atragantara.
Willy
Porque al mate se lo sirve en un porongo, y el porongo tiene cabeza.
El Poor Hongho
Todo comenzó cuando los indios que se comieron
a Solís decidieron hervirle los sesos e ingerirlos
directamente del cráneo del cadáver, chupando con
unas cañas ahuecadas que había en la zona. Parece
que dicha ocurrencia quedó en el inconsciente colectivo
aborigen y después pasó a los gauchos mestizos en
la Argentina, que cambiaron cabezas por calabazas y sesos por yerba. Es
que la gente no se dejaba cazar tan fácil. Más
tarde el lunfardo arrabalero se ocupó del resto.
Aunque usted no lo crea.
Porque las cosas del corazón mueren con la
cabeza.
José de Esoj
Porque tanto la cabeza como el mate se lavan con facilidad.
Bartleby, el revolucionario involuntario
Es una de las tres o cuatro metáforas a las que se
refería Borges. Yo pienso que la hicieron para decirle a
Bush “palito de yerba”, porque nada en el mate.
Nobleza Gaucha
Porque el porongo también tiene cabeza.
El ex de Lorena Bobbit
Porque la tenemos llena de yerba, de la una, de la otra o
de las dos (y de infelices ilusiones).
El Aporrado, perdón, El Arropado de Rosario
No sé, pero es muy bueno porque neutraliza la
utilización de la palabra “cabeza” como
mote despectivo. Decir, es un “mate” no suena a
insulto, y si acaso suena, es mucho menor a “es un
brilloso”.
Mauricio, el progresista que se fue a México
Porque si le dijeran bombilla nos estarían tomando el pelo.
La ex del uruguayo
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