“Últimamente, la Inteligencia Artificial (I.A.) ha intentado meter mano en diversos esfuerzos creativos tradicionalmente humanos: cocinar, escribir poesía, jugar juegos de mesa… Empero, nada es tan surreal como un robot escribiendo el guión de una película de ciencia ficción”, anota el periódico The Guardian al presentar tamaña curiosidad: que, en efecto, un I.A. ha escrito el guión de una película de ciencia ficción. Luditas, ¡preocupaos! Porque Benjamin -el programa en cuestión- ya es probada sensación, amén de un argumento sinsentido que ha capturado la atención de muchos (al menos, quienes no padecer tecnofobia). “En un futuro con desempleo masivo, los jóvenes se ven forzados a vender su sangre”, abre la primera línea de Sunspring, un cortometraje de ocho minutos, dirigido por el cineasta Oscar Sharp, protagonizado por Thomas Middleditch (Silicon Valley), Elisabeth Gray (The Voorman Problem) y Humphrey Ker.

Todos chochos de contentos por participar de un peculiar proyecto, con la asistencia del investigador I.A. Ross Goodwin, quien fuera el encargado de crear a Benjamin y alimentarlo con decenas de guiones de films sci-fi (El Quinto Elemento, Los Cazafantasmas 2, Tron, ET, entre ellos), amén de nutrir su “imaginación”. “Nada va a ser algo, pero yo soy quien abordó esta roca con un niño. Luego, abandoné a los otros dos”, esgrime -inconexamente- uno de los personajes. Luego, otro tose… y vomita un ojo. “Durante el primer ensayo del guión, todos estábamos riendo, locos de alegría”, ofreció Sharp, consciente de que, aunque las frases tienen sentido en sí mismas, los diálogos no son precisamente coherentes, y la historia acaba siendo un absurdo. Un absurdo con gracia, que genera risas y turbación en igual grado. Después de todo, como intuyen ciertos críticos, el robot podría estar pasando mensaje profundo, incómodo para las limitaciones humanas ¿Será…? Por cierto, también escribió el soundtrack y ofreció marcaciones a los actores del tipo: “Él está parado sobre las estrellas y sentado sobre el piso”. En efecto, sí, sí: un mensaje superior.