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Domingo, 22 de octubre de 2006

VALE DECIR

Para atrás

Cualquier persona en su sano juicio llama a una grúa en caso de que su auto no funcione con normalidad. Bueno, en Australia un joven de 22 años manejó aproximadamente 310 millas marcha atrás en una ruta cuando los engranajes delanteros de su auto dejaron de responderle. Su prueba de alcoholemia cuando lo detuvo la policía dio negativa. Es decir que todo indica que el joven sólo quería llegar a destino sin importarte cómo, por lo que sólo pudieron levantarle cargos por conducir imprudentemente. Pero hay que reconocer que mal, lo que se dice mal, no maneja: ¿o cuántos pueden manejar semejante distancia sin chocar?

Robando a pobres y a ricos por igual

¿Para qué tener un master en Economía o Medicina si se puede tener uno por estudiar a Robin Hood? Por estos días, la Universidad de Nottingham dicta un curso anual utilizando manuscritos del siglo XV, historias, canciones y juegos para estudiar el mundo medieval en el que se sitúa esta leyenda del hombre que les robaba a los ricos para repartir el botín entre los pobres. La utilidad de este master no queda demasiado en claro, pero según el Dr. Rob Lutton, conferenciante de Historia medieval, “el curso proporciona una oportunidad emocionante para cualquier persona con intereses en los orígenes y desarrollo de la figura legendaria más antigua de Inglaterra”.

Chomba con espiral

Con el verano vienen los mosquitos, sobre todo en un clima subtropical. Es por eso que la marca de ropa paraguaya Pombero lanzó al mercado una línea de camisas que al parecer evitan el ataque de los insectos. Las camisas están hechas de un tejido impregnado con aceite de citronella, una hierba de aroma cítrico que se utiliza como repelente de insectos. Según el dueño de Pombero, Rodrigo Jacks, éste “es un producto dirigido a personas que disfrutan estar al aire libre, en contacto con la naturaleza, pero que quieren mantener el estilo sofisticado de las prendas”. Las camisas resisten hasta cuarenta lavados sin perder sus propiedades y, de paso, evitan parásitos tales como las pulgas. Si bien estas características elevan el precio de las prendas, habría un motivo más que noble detrás de su comercialización: el 10 por ciento de las ganancias será destinado a la reserva de bosques Mbaracayú.

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