Siempre hay un motivo real para brindar
El espíritu de las navidades está presente en este simpático aviso que apareció en los diarios de este domingo casi como cantando un villancico. “Villancico” que en este caso viene a ser algo así como un villano pequeño, un abogado buitre o auténtico “perseguidor de ambulancias”. Después de todo, si siempre hay un motivo real para sacar la sidra ídem -según entonaba el famoso jingle de la famosa sidra cada fin de año–, por qué no, para demandar a alguien. Aunque lo de “Accidentes al descorchar. Reclame su indemnización” resulte un poco enigmático, ya que no queda del todo claro si al que se le hace juicio por el ojo perdido es al fabricante de la bebida, a la embotelladora, o a ese pariente medio pelotudo que no tuvo mejor idea que inclinar la botella 45 grados.

Y bebidas para todos (excepto el homenajeado)
El director de una compañía fúnebre norteamericana anunció, en las últimas semanas del año que acaba de morir, una idea que sólo los más vivos sabrán aprovechar: entierro gratis para todo aquel que beba, maneje y muera en la noche de Año Nuevo. En realidad, se trata de una campaña autodefinida como “de shock” para la concientización pública respecto de los peligros que entraña conducir bebido, aunque no es broma: el que se muere el 31 de diciembre (o en la madrugada del 1º de enero), se entierra gratis, cortesía de Chris Burroughs, previa firma de un contrato que indica que el cliente efectivamente beberá y manejará esa misma noche. Burroughs, director de la funeraria norteamericana Grand Strand, normalmente a cargo de unos 10 u 11 funerales propiciados por este tipo de accidentes cada Año Nuevo, dijo: “Si puedo hacer que una persona se detenga y piense, entonces nuestro esfuerzo no habrá sido en vano”. Pero nada dijo, en cambio, acerca de las otras veinte personas que se ofrecieron a firmar el contrato con gusto. De todas formas, hasta la fecha la empresa no ha reconocido haberse visto obligada a cumplir su parte del contrato. Lo que hace suponer que fue una noche tranquila. O que los muertos eran de los que no habían aceptado la oferta.

La llama que llama, el Osama que osa
Sólo estaban tratando de juntar unos euros adicionales para celebrar las navidades, pero la policía de Marsella frustró sus planes e invistió todo el suceso de una grandilocuencia innecesaria. Entre los souvenirs que estos dos algerianos de entre 28 y 32 años ofrecían a los turistas que pasaban por ahí (un catálogo al parecer frondoso que incluía falsas carteras Louis Vuitton y Prada) se encontraban unos coloridos encendedores ilustrados con la imagen de Osama bin Laden junto a las Torres Gemelas. La policía marsellesa informó que ambos podrían llegar a enfrentar cargos por “violencia conectada a los eventos recordados” en los encendedores. Y capaz que todo lo que querían los muchachos era decir “Give Peace a Chance” con sus llamas en alto.

Mucho más que Ross
Año nuevo, Michael nuevo. Como se supo esta semana, Michael Jackson está internado en una clínica suiza para practicarse una nueva cirugía estética. Y las apuestas están que arden. ¿Pómulos? ¿Barbilla? ¿Bolsas? ¿Glúteos? ¿Piel? Los especialistas (en Jackson, por supuesto) ponen sus fichas en la nariz. Al parecer, son muchos los que notaron ciertos “problemas” en la zona durante las últimas apariciones públicas del ex cantante negro que alguna vez confesó como su mayor ambición “tener la cara de Diana Ross”. Pero lo cierto es que, hasta su próxima aparición, son todos rumores...