Domingo, 12 de diciembre de 2010 | Hoy
VALE DECIR
Más allá de los indicadores económicos como los vaivenes de la Bolsa, las tasas de interés o el desempleo, no hay mejor testigo de la crisis que los crímenes que se cometen para escapar de ella.
Un hombre que trabaja en un cementerio de Barcelona fue detenido por los Mossos d’Esquadra –la policía, pero suena tan pintoresco– por haberse apropiado de 17 piezas dentales de oro que pertenecían a los muertos.
La investigación empezó luego de que los mossos recibieran el chisme de que alguien estaba vendiendo dientes de oro por ahí. El diario La Vanguardia de Barcelona explica que las piezas provenían de cuerpos en el osario común; ahí van los restos de aquellos inquilinos cuyo nicho expiró y cuya familia renuncia expresamente a renovarlo.
El hombre de 39 años, que por estos diecisiete dientes de oro obtuvo alrededor de dos mil euros, está acusado de un delito contra la libertad de conciencia, los sentimientos religiosos y el respeto a los difuntos; también se lo acusa de faltas contra el patrimonio de los finados.
La crisis todavía no ha llegado a lo peor. Robarles a los muertos no significa que hayan tocado fondo; ese día llegará cuando a la gente ya la entierren directamente sin los dientes de oro.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.