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Milton Jones hace stand-up. Ducho en remates filosos, el comediante británico ha pasado por programas de radio y TV, ha ganado premios como el Perrier Comedy Award, ha escrito libros (léase la surrealista y autobiográfica Where Do Comedians Go When They Die?, de 2009). Pero su sed de gloria pide más: nuevos targets, mejor material. De allí que el mes pasado se embarcase en un experimento muuuy particular e hiciera una rutina en el campo con un público integrado exclusivamente... por vacas. ¿Por qué? Pues, para demostrar que ellas también pueden reírse. “Un comediante escribe para su audiencia; espero que el material guste”, declaró, previo al show.

A modo de experimento, acompañado por el experto bovino Bruce Woodacre, el espectáculo se realizó en una granja de Hertfordshire e incluyó gags del tipo: “Ustedes dicen que son vegetarianas. Pero, ¿cómo es que visten cuero todo el día?”. O: “Fui a un mercado el otro día y compré unos agricultores. ¡Deben tener un sabor riquísimo!”. Sumados a chascarrillos visuales, los chistes parecen haber sido un éxito.

Al menos, así lo definió Woodacre que, monitoreando el minuto a minuto vacuno, observó cómo las vacas se empujaban para estar cerca del escenario (sí, había escenario) y conseguir una buena posición. “La mayoría tenía la boca abierta y las orejas echadas hacia atrás, señal de relajación y contento”, explicó el hombre. No sin antes aclarar: “Una vaca feliz es más productiva. Creo que nos hemos topado con una posibilidad interesante”. Ojo, hubo abucheos y, de hecho, algunas vacas se retiraron...

Con todo, Jones se mostró satisfecho: “Al principio se hacían las duras, pero he tenido peores espectadores. Traté de no exprimirlas demasiado y, al final, fue brillante”. Irónicamente, el show estuvo organizado por Bel UK, marca que produce los quesos The Laughing Cow...