Algunos países procesan su historia mejor que otros; las últimas noticias que llegan de España, lamentablemente, ponen en jaque tal capacidad ibérica. A la mundialmente repudiada inhabilitación del juez Baltasar Garzón, se suma la ratificación del Diccionario Biográfico Español, que (a pesar de las críticas del mundillo universitario y de la cultura, una denuncia ante la Fiscalía General del Estado por apología del genocidio y una resolución del Congreso de los Diputados demandando su retirada) ha decidido no rectificar errores sobre la vida de Francisco Franco. Errores como “Montó un régimen autoritario pero no totalitario” o “Una guerra larga de tres años le permitió derrotar a un enemigo que en principio contaba con fuerzas superiores”.

Ahora, además, una escultura presente en la feria Arco Madrid 2012 ha encendido otra mecha. Titulada Always Franco, es obra de Eugenio Merino y presenta al dictador vestido de militar dentro de una heladera de Coca-Cola. Con el “caudillo” criogenizado, el mensaje es claro: “Es la imagen de su permanencia en nuestra cabeza. Franco no ha desaparecido, sigue siendo noticia. Está más de moda que nunca con la Ley de Memoria Histórica, Garzón y el Diccionario”, explicó el artista. Valorada en 30 mil euros y realizada con poliéster, resinas, pelo humano y ojos de cristal, la pieza no ha tardado en levantar polvareda.

Es que la Fundación Francisco Franco ha anunciado que demandará a Merino por insultar la memoria del Generalísimo. De hecho, Jaime Alonso –vicepresidente de la institución– ya se ha presentado en Arco y, celular en mano, ha tomado fotos para incluir en la causa. “Es una ofensa que ninguna civilización moderna puede tolerar” y “Genera odio” fueron algunas de las expresiones que usó el hombre. El artista no tardó en responder: “Sus frases generan bastante más odio”. Luego agregó: “Mientras no entendamos que la libertad de expresión es lo que debe regir el mundo del arte, seguiremos hablando de esto hoy, mañana y pasado y habrá mil querellas”.