Una mujer norteamericana –cuyo nombre no se ha dado a conocer– aprendió de la forma más dura (y posiblemente la más vergonzante) que hay que tener cuidado a la hora de sentarse, porque apoyarse en cualquier lado puede dejarte atrapado en una situación difícil. En su caso, el “cualquier lado” fue un baño de la cadena Wal Mart, en Kentucky. Ocurrió a principios de junio, cuando la señora no identificada fue a la tienda de Monticello y procedió a tomar asiento en un inodoro que, para su mala suerte, había sido empapado con pegamento súper potente.

El devenir de la crónica es evidente: 60 minutos sin poder levantarse, desesperación y, luego, gritos de emergencia para que alguien fuera a su rescate. La asistencia llegó en la forma de paramédicos que, sin poder despegarla de la tabla, tuvieron que llevarla a una sala de emergencias con el asiento aún adherido. Una vez en el hospital, el adminículo fue retirado.

Extrañamente, no es la primera vez que alguien queda pegado a un inodoro de Wal Mart. El pasado 31 de marzo, un hombre sufrió la misma degradación en una sede de Maryland, informa el Huffington Post. Y aunque en el caso de la mujer se sospecha que fue una humorada premeditada, las autoridades todavía no quieren apuntar el dedo acusador. De hacerlo, el potencial delincuente se las vería negras, porque poner pegamento en un inodoro está penado por la ley. El teniente Matthew Donnelly, del departamento de policía de Elkton, en Kentucky, explicó que los cargos son –ni más ni menos– que los mismos de asalto en segundo grado. Lo que se dice, quedar pegado.